El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha advertido que el ritmo actual de degradación y desertificación de las tierras provocará una reducción de 12% en la producción mundial de alimentos para 2035.

Con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, que se celebró el pasado miércoles, Ban explicó que la seguridad alimentaria se verá afectada por la disminución de los recursos hídricos, ya que la erosión impide el almacenamiento en el suelo del agua proveniente de la lluvia y la nieve.

“Degradamos 12 millones de hectáreas de tierra productiva cada año, lo que equivale a una zona del tamaño de Honduras o Benín. Más de la mitad de nuestras tierras agrícolas están erosionadas y sólo el 10% de ellas mejora. Alrededor de 500 millones de hectáreas podrían rescatarse de forma eficaz, en lugar de ser abandonadas”, apuntó.

Además, agregó que la degradación también contribuye a generar una cuarta parte de los gases de efecto invernadero que están calentando el planeta y aseguró que la tierra es un recurso renovable en la medida que se invierta en la neutralización de su degradación, “como se plantea a los Estados en la agenda para el desarrollo sostenible post 2015”.