“Puertorriqueño y puertorriqueña. Llego a tu hogar esta tarde para hablarte sobre la economía y la situación fiscal de Puerto Rico”. Con estas palabras comenzaba el gobernador de la isla, Alejandro J. García, un comunicado en el que alertaba de que, con motivo de la presentación de un informe, “la deuda pública, considerando el nivel de actividad económica actual, es impagable”.

García señalaba que el tamaño de esa deuda “nos impide salir del ciclo de recesión y contracción”, recordando que el nivel de deuda hoy “es esencialmente el mismo que hace dos años y medio. Heredamos una deuda de $70 mil millones y está prácticamente igual, por eso nadie puede decir, en justicia, que se trata de préstamos asumidos por esta administración”.

Ha reconocido que las medidas impulsadas por su Gobierno han resultado “insuficientes ante la dimensión y persistencia de la crisis fiscal y económica que heredamos”, asegurando que, según el informe, “aún si prospectivamente aumentáramos contribuciones y recortáramos más los gastos, la magnitud del problema es tal, por el peso de la deuda que arrastramos, que nada resolveríamos”.

Por ello, ha propuesto un plan de reestructuración y desarrollo “completo, comprensivo y abarcador, que atiende, no a corto, sino a largo plazo, y de forma definitiva, el inmenso problema que hoy enfrentamos” donde, según el gobernador, el primer paso, “y el más importante, será restablecer el crecimiento económico”.

Además, ha creado el Grupo de Trabajo para la Recuperación Económica de Puerto Rico, “para lograr, con transparencia y consenso, la reestructuración de la deuda pública. La meta será lograr una moratoria negociada con los bonistas para posponer por un número de años los pagos de la deuda, de forma tal que ese dinero se invierta aquí en Puerto Rico”.