La compañía presentó hoy su Plan Estratégico 2015-2018, que incluye un conjunto de líneas estratégicas que tienen como objetivo mejorar sus niveles de competitividad, crecimiento sostenible y rentabilidad.

Indra fija los siguientes objetivos financieros para el año 2018, tomando como base las cifras alcanzadas en 2014: un crecimiento de las ventas entre el 2,5% y el 4,5% en tasa anual acumulada compuesta; un Margen EBIT recurrente entre el 10% y el 11%; una generación de Free Cash Flow de alrededor de 200 millones de euros en 2018, lo que representa aproximadamente un 6% de las ventas esperadas en dicho año; y un ratio de deuda financiera neta / EBITDA de alrededor 1x en 2018.

El Plan Estratégico incluye, entre otros factores, soluciones para lograr mejoras de la cartera de productos y proyectos, estrategia comercial y modelo de suministro como base de un crecimiento sostenible y rentable; el desarrollo en nuevos negocios como acelerador del crecimiento; y un cambio cultural, para enfocar más la compañía hacia la rentabilidad y los resultados.

Adicionalmente y para conseguir dichos objetivos, Indra ha fijado un plan de ahorro de costes que se espera pueda suponer entre 180 a 200 millones de euros de ahorros, basado en cuatro palancas: reestructuración organizativa; costes de producción y otros relacionados; reducción de sobrecostes y pérdidas en proyectos; y optimización del modelo de entrega.