El verano llega a su fin y los trabajadores vuelven a su rutina laboral. Se dice que un tercio experimenta el llamado síndrome postvacacional, estado que dificulta la adaptación y el rendimiento habitual tras el periodo de vacaciones.
Pero, ¿qué hay de las personas que no vuelven al trabajo? Los 5 millones de desempleados, un 63% de larga duración, ven cómo sus familiares y amigos se reincorporan a sus puestos mientras ellos continúan esperando la ansiada oportunidad laboral.
La Fundación Adecco atiende, cada día, a una media de 89 personas en riesgo de exclusión que buscan empleo: con discapacidad, mayores de 45 años desempleados de larga duración, mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de la violencia de género y personas en situación económica crítica, que han llegado a perder su vivienda o están en riesgo de hacerlo.
Según Arancha Jiménez, directora de Operaciones de la Fundación Adecco, “muchos de ellos también experimentan síndrome postvacacional: pensar en el 1 de septiembre les produce angustia, pues en este momento tienen que retomar la búsqueda de empleo, tras el parón estival, con la incertidumbre de no saber qué sucederá. Reanudar la marcha no siempre resulta sencillo: las personas que rodean al desempleado vuelven a la vorágine laboral mientras ellos se quedan en casa. Sentir frustración y desánimo puede ser natural, pero está en manos del desempleado controlar estos sentimientos siguiendo una serie de recomendaciones”.
Lo más importante -añade Jiménez- es ser consciente de que “buscar trabajo es un trabajo en sí mismo: hemos de creérnoslo e interiorizarlo como un hábito, como si de una actividad remunerada se tratase. Y la vuelta de vacaciones, concretamente el mes de septiembre, es un momento idóneo para marcarse objetivos, reactivar con energía la búsqueda de empleo y reconducir hábitos”.
Los expertos de la Fundación Adecco proponen 10 consejos clave para terminar con el “síndrome postvacacional” del desempleado:
1. Establece un horario y calendariza tus tareas. Poner orden y método conseguirá volver a sumergirnos en el hábito de buscar empleo. Lo primero es hacernos con una agenda y establecer una rutina diaria de acciones. Como si de asignaturas se tratase, anotaremos cada una de ellas en un marco temporal (éstas no tienen porqué ser idénticas cada día, sino que podemos variar el orden y la naturaleza de las mismas para no caer en la monotonía). Este calendario nos ayudará a afrontar la búsqueda de trabajo como un trabajo en sí mismo y nos sentiremos reconfortados si a lo largo del día hemos logrado cumplir con las tareas.
2. Incorpora novedades a tu rutina de búsqueda. Una vez finalizado el tiempo de descanso, es importante reactivar la búsqueda con nuevas motivaciones. Aconsejamos incorporar elementos diferentes que rompan la rutina que teníamos antes del verano. Por ejemplo, si nunca habíamos utilizado redes sociales para buscar trabajo, es el momento de hacerlo. Otros retos pueden ser asistir a ferias y eventos, enviar el currículum de forma proactiva a empresas (y no sólo apuntarse a las ofertas que encontramos en la red), acudir a organismos especializados, hacer más deporte para favorecer el bienestar emocional, etc. Siempre hay algo que podamos hacer para mejorar.
3. Márcate objetivos. Seguro que antes de vacaciones dimos pasos muy útiles en nuestro recorrido hacia el empleo, pero es el momento de plantearnos nuevos retos. Hemos de buscar metas que nos motiven, que serán tan ambiciosas como valoremos: conseguir, al menos, 2 contactos en Redes Sociales al día, formarnos en algo nuevo para hacer más atractivo el CV, contactar voluntariamente con una empresa a la semana …
4. Pon a punto tu CV. Empieza septiembre y el espíritu de “vuelta al cole” también se respira en las empresas, que aprovechan para innovar en sus procedimientos. En nuestro caso, puede ser un buen momento para dar un aire nuevo a nuestro currículum: incorporar una foto más actual, añadir un apartado de perfil profesional en el que expliquemos nuestra trayectoria y motivaciones o cambiar el diseño para hacerlo más atractivo (nada de obras de ingeniería, podemos modificar la apariencia añadiendo negritas, subrayados u optando por una tipografía que resulte más profesional). Recuerda que el CV ya no es sólo papel, sino que es imprescindible actualizarlo también en los soportes online (portales de empleo, Linkedin, etc).
5. Linkedin ya no es opcional. ¿Qué mejor momento para empezar a usarlo que en los albores del “nuevo curso”? Es la red para la búsqueda de empleo por excelencia y muchas empresas buscan a sus candidatos en esta plataforma, quedando descartados los que no son usuarios de la misma. La ventaja de Linkedin es que el mercado ya está segmentado y podemos hacer contacto con profesionales de nuestro círculo, estableciendo vínculos de confianza y generando una posición estratégica en nuestro sector.
6. Fórmate en algo nuevo que te motive. La formación continua ha de ser una constante en la trayectoria profesional de todo trabajador, y aún más si estamos desempleados. Ahora que empieza un “nuevo curso” es un momento perfecto para dar un paso más y formarnos en materias que nos gusten, y que a la vez nos abran las puertas del empleo. Recuerda que los idiomas y las Nuevas Tecnologías son una apuesta segura, aunque habremos de identificar las idóneas dentro de nuestro sector.
7. Buen momento para el networking. La vuelta de las vacaciones es un buen pretexto para restablecer contacto con amigos, conocidos, antiguos compañeros… Además de preguntarles cómo fueron sus vacaciones, podemos aprovechar para informarles de que seguimos disponibles y abiertos a nuevos proyectos profesionales. Si vemos ocasión, mejor cerrar un encuentro en persona: el cara a cara aporta valor.
8. Atrévete con la candidatura espontánea. Tras el descanso vacacional, muchas empresas reactivan su búsqueda de profesionales y hacen previsión de sus nuevas necesidades de personal. Por este motivo, no basta con apuntarnos a “lo que hay en la red” sino que tenemos que anticiparnos a ofertas de empleo inminentes. Para ello, haremos un listado de empresas “diana” donde creemos que podemos encajar y nos dirigiremos directamente a su área de Recursos Humanos (muchas compañías tienen este contacto en la web; en otros casos tendremos que llamar para conseguirlo). Al realizar este contacto, hemos de familiarizarnos primero con el estilo, misión, visión y valores de la empresa: de este modo conoceremos mejor el tipo de personas que buscan en su equipo, orientándonos a lo que buscan.
9. Recompénsate. Volver a la rutina de buscar empleo no significa que ésta sea nuestra única actividad. Como toda jornada laboral, la búsqueda de trabajo no se prolonga las 24 horas del día, sino que hemos de recompensar el trabajo que hemos hecho por la mañana con pequeñas gratificaciones: un café con un amigo, una buena película en televisión, una rica cena en casa, etc. Solo así lograremos un equilibrio emocional que nos permitirá recargar las pilas para estar activos al día siguiente.
10. Cuídate. El bienestar emocional va muy unido a nuestra salud física. La vuelta de vacaciones es un buen momento para relajar los “excesos veraniegos” y cuidar más nuestra alimentación, hacer deporte y, en definitiva, sentirnos mejor con nosotros mismos. En este ámbito también tenemos que marcarnos nuevos hábitos que no teníamos antes del verano: beber mucha agua, caminar 30 minutos al día, comer más fruta, etc. Todos estas prácticas incidirán positivamente en nuestra voluntad y predisposición a la hora de buscar empleo.