Ford Motor Company lidera un proyecto de investigación con un presupuesto de 3,5 millones de euros para investigar el uso de combustibles alternativos que podrían ofrecer a los usuarios la potencia y rendimiento de los motores de combustión interna modernos con beneficios medioambientales comparables a los de un vehículo eléctrico.

El gobierno alemán está cofinanciando este proyecto de tres años que probará los primeros coches impulsados con éter dimetílico (DME), que habitualmente se utiliza como propulsor no tóxico en el gas de sprays aerosoles, y éter de oximetileno (OME1), un líquido que habitualmente se utiliza como disolvente en la industria química.

Ambos éteres, que servirán de combustible a vehículos basados en el Ford Mondeo, ofrecen el potencial de contar con una mejorada eficiencia de combustible y emisiones de partículas extremadamente reducidas. Pueden generarse a partir de gas natural fósil o biogás o a través de un sofisticado proceso llamado “energía a líquido” que emplea fuentes renovables como la energía solar o la eólica junto a CO2 capturado del aire.

Ford_WHQ_2012_fb_HREsta tecnología se investiga en un proyecto paralelo junto a la Universidad Aachen RWTH, e busca la viabilidad de distintos métodos para generar éter dimetílico, siempre teniendo en cuenta la eficiencia de conversión, los precios estimados de combustible y los aspectos de la infraestructura.

“El CO2 producido por un vehículo impulsado por éter dimetílico extraído de fuentes renovables podría compararse con el generado por un corredor de maratón al cubrir esta distancia, pero con el rendimiento equivalente al de un vehículo con motor diésel, afirma Werner Willems, especialista técnico de Sistemas de Combustión de Motor de Ford Europa. “este es un proyecto que podría ayudar a lanzar al mercado vehículos con emisiones de dióxido de carbono y partículas muy reducidas a precios asequibles”.

Tanto el éter dimetílico como el éter de oximetileno producen una cantidad prácticamente inexistente de partículas y también comparten características con el combustible diésel que se espera que hagan posible la conversión de motores diésel con un rendimiento comparable. Se calcula que el éter dimetílico proveniente de fuentes de energía renovables podría ofrecer emisiones de CO2 de unos 3 g/km.

Como el gas licuado del petróleo, el éter dimetílico debe almacenarse en depósitos ligeramente presurizados. El éter de oximetileno se puede almacenar en depósitos convencionales. Se espera que los motores impulsados por éter dimetílico se beneficien de una combustión casi libre de hollín, una mayor eficiencia termal y excelentes propiedades de encendido en frío.

Para el proyecto, el Centro Europeo de Investigación e Innovación de Ford en Aachen, Alemania, trabajará junto a la universidad Aachen RWTH, la Universidad Técnica de Munich, FVV, TUEV, DENSO, Ingeniera Automotriz IAV y Oberon Fuels.

A través de FVV, el foro líder en materia de proyectos de investigación conjuntos en tecnología de motor en Alemania, las conclusiones del proyecto se compartirán con representantes clave de la industria del automóvil.

“El crecimiento de la población mundial está haciendo crecer la demanda energética, particularmente de combustibles fósiles. Los combustibles renovables como los éteres metílicos jugarán un papel fundamental en el futuro”, asegura Andreas Schamel, director de Ingeniería Avanzada y Motor Global de Ford.

“El éter dimetílico es seguro, más limpio que el combustible diésel convencional y, lo que es más importante, es versátil. La energía solar, eólica y de otras fuentes renovables puede almacenarse en el propio combustible, y esto permite que el éter dimetílico y el éter de oximetileno puedan emplearse en una amplia variedad de aplicaciones”, resalta.