Dicen que sobre gustos no hay nada escrito. Así, las personas somos muy diferentes a la hora de trabajar e, incluso, a la hora de divertirnos; y esto, a veces, crea conflictos en el trabajo, en la pareja o en el grupo de amigos.

Alguna vez se habrá encontrado con alguien que habla por los codos, que no se corta al dialogar con un desconocido y que es capaz de expresar todo lo que piensa. Es una persona extrovertida. En cambio, a otras personas les cuesta hablar en público, tienden a ser muy delicadas en su hacer y suelen ser amigas del silencio y de la soledad. Estos son los introvertidos.

Ninguno de los dos rasgos es mejor que el otro. Simplemente, son diferentes. El problema viene cuando ambos tipos, en grado extremo (porque podríamos hablar de diferentes grados) aparecen en personas que están en el mismo equipo de trabajo o en una pareja. Lo que para uno es divertido, para el otro no lo es. Parece ser que tres cuartas partes de la población mundial son personas extrovertidas y la cuarta parte restante son introvertidas.

Los extrovertidos, por lo general, son las personas que proyectan su energía hacia el exterior, de forma que sus acciones son visibles a todos, se expresan de manera fluida, toleran muy bien el ruido y a la gente a su alrededor. Se suelen sentir incómodos si no se relacionan con otras personas o cuando no se pueden expresar libremente. Se comunican con energía, excitación y entusiasmo con cualquiera que esté próximo; y están dispuestos a responder a cualquier pregunta. Tienden a relacionarse con gran cantidad de personas, pero de una manera general y superficial.

En el trabajo, disfrutan si el ambiente está orientado a la acción, que tenga variedad y que permita el contacto frecuente con otras personas. Se impacientan y se aburren con facilidad cuando el trabajo es lento y sin cambios. Además, ven las interrupciones como una distracción bienvenida.

Los introvertidos, por el contrario, se guardan su energía, por lo tanto, es difícil que otras personas los conozcan bien. Evitan la muchedumbre y buscan la tranquilidad, abstrayéndose en sus pensamientos. Disfrutan de la vida privada y son muy cautelosos con la gente que acaban de conocer. Prefieren conocer a pocas personas y favorecen una relación profunda. Toleran muy bien la ausencia de la pareja. Necesitan de su propio espacio personal y de mucho tiempo privado.

En el trabajo, disfrutan de un ambiente tranquilo y privado que les permita la concentración en la tarea que realizan. Se impacientan o molestan cuando su trabajo es interrumpido.

A nivel fisiológico también existen diferencias. Por ejemplo, los introvertidos suelen tener pupilas mayores que los extrovertidos, ante las mismas condiciones de estimulación; lo que, en ocasiones les puede hacer más atractivos. Las personas extrovertidas generalmente rinden más y mejor por la tarde, mientras que las introvertidas trabajan mejor por la mañana. Las personas introvertidas se reactivan y saturan con mayor facilidad que las extrovertidas, por eso no soportan el ruido. Por otro lado, los introvertidos soportan por término medio más cantidad de sustancias sedantes que los extrovertidos.

Algunos consejos para que haya sintonía: Entender que a otras personas no tiene por qué gustarles las mismas cosas que a nosotros (ni a nuestra pareja). Hacer un pequeño esfuerzo por complacer a los demás a pesar de que para nosotros no sea un buen modelo de diversión (introvertidos). No llamar "aburrido" a quien no se siente a gusto en una fiesta, o contando chistes. En definitiva, empatía y buena comunicación.