Banco Santander presentó su Plan Estratégico 2016-2018 el pasado mes de septiembre en Londres en el marco de la celebración del Investor Day de la entidad en el que su presidenta, Ana Botín, anunció que el beneficio y el dividendo por acción crecerán en los próximos tres años.

En su discurso de apertura, Botín explicó que en los últimos doce meses el banco hizo significativos progresos en su programa de transformación entre los que destacó la ampliación de capital en 7.500 millones de euros, la mayor colocación acelerada de una compañía en Europa. “Estoy orgullosa de lo que hemos conseguido en el último año y tengo la convicción de que Santander está posicionado para ser el banco con más potencial para el futuro”, señaló la presidenta.

Ana Botín - SantanderDe cara a 2016, Ana Botín quiso destacar como prioridad, además de la transformación comercial, la utilización de los activos de Banco Santander de forma más eficiente para mejorar la rentabilidad.  “Generaremos capital de forma consistente, para incrementar el dividendo y el beneficio por acción”, aseguró la presidenta del Santander, que precisó ante los inversores que, en el contexto de la política de mantener un pay-out de entre el 30% y el 40%, “el dividendo por acción aumentará desde 2016 y el beneficio por acción alcanzará un crecimiento de doble dígito en 2018”.

El objetivo, dijo, es “generar capital orgánicamente para situarlo por encima del 11% de CET1 fully loaded en 2018, si no antes”, y, para alcanzarlo, afirmó que se hará hincapié en “optimizar los activos ponderados por riesgo, en ser muy transparentes en la asignación de capital y muy disciplinados en nuestra política de fusiones y adquisiciones”. Además, añadió, “la política de sacar filiales a Bolsa ya no será una prioridad”.

Igualmente, la presidenta quiso dejar claro que será a partir de 2016 cuando el programa de transformación empiece a dar sus frutos en varias métricas comerciales y financieras como el aumento de clientes vinculados que pasarán de los 13 a los 15 millones (+15%) o el de los clientes digitales que se espera aumenten hasta los 20 millones, un 33% más. Asimismo la entidad prevé una ganancia de medio punto de cuota de mercado en lo que se refiere a las pequeñas y medianas empresas y una mejora del coste del crédito.

En 2018, este plan de transformación “producirá resultados de mayor calidad y más previsibles que los de los competidores con mejora de la rentabilidad”. Botín explicó que los objetivos estratégicos incluyen poner el foco e invertir en tres áreas fundamentales: aumentar la vinculación de los clientes, innovación digital y excelencia operativa; y precisó entre los objetivos para 2018, entre otros, el aumento de la rentabilidad, del beneficio por acción con un incremento a doble dígito en 2018, o el contar con un ratio de eficiencia por debajo del 45%.

Por otro lado, el discurso de Ana Botín dejó claro el papel del cliente en este proceso de transformación colocándolo en el centro de la misma. “La vinculación de clientes, la digitalización y la excelencia operativa nos permitirá ser más rentables y generar crecimiento por encima del mercado en los próximos diez años”, afirmó Ana Botín. Explicó que “tenemos un mercado potencial de 1.000 millones de clientes”, la población sumada de los diez países principales donde opera el banco. “En la actualidad, tenemos relación con más de 117 millones de clientes en todo el mundo y ahí está nuestra oportunidad”.

El banco se ha fijado como objetivo para 2018 tener 17 millones de clientes particulares vinculados y 1,6 millones de pymes y empresas, un total de en torno a 18,5 millones. Ana Botín precisó que “los clientes vinculados tienden a ser clientes satisfechos” y que “el objetivo para 2018 es estar entre los tres primeros bancos por satisfacción de clientes en todos los mercados”.