El Banco de España ha recomendado a las entidades bancarias ajustar su modelo de negocio “y, cuando sea preciso, su estrategia corporativa, con objeto de adecuar su organización y estructura a un entorno económico y regulatorio muy exigente”.

En el Informe de Estabilidad Financiera de 2015, el organismo ha identificado tres factores de riesgo para la banca, donde el primero afecta de forma directa a la cuenta de resultados de las entidades de depósito españolas y los otros dos, “de manera más indirecta, pueden tener un impacto sobre la posición financiera de los bancos españoles”.

Así, destaca como principal riesgo la baja rentabilidad del negocio bancario en España, donde el entorno de bajos tipos de interés, en respuesta a una tasa de inflación en la zona del euro inferior al objetivo del BCE, “está sometiendo al margen de intereses de la cuenta de resultados de las entidades de depósito españolas en sus negocios en España a una presión significativa”.

Además, apunta que un elemento que introduce presión adicional a la baja sobre la rentabilidad del negocio bancario en España “es el alto volumen relativo de activos dudosos y adjudicados en los balances de las entidades”.

“El sector bancario español ha dejado atrás las pérdidas muy elevadas de 2012 y ha vuelto a registrar niveles positivos y crecientes de ROE en el negocio en España (en torno al 5 % en junio de 2015), si bien el mantenimiento de unos niveles de ROE en el tiempo por debajo del coste del capital, supone un reto para las entidades españolas, como lo es también para el conjunto del sistema bancario europeo”, afirman desde la entidad.

Otros riesgos

El organismo que presiden Luis Linde también ha identificado otros dos riesgos para los bancos españoles como lo es la intensificación del ritmo de desaceleración de las economías emergentes, “especialmente si esta perturbación viene acompañada de correcciones en los precios de los activos financieros”.

De todas formas, ha querido matizar que, pese a ello, “no ha tenido hasta el momento un impacto significativo sobre los resultados de las entidades españolas con presencia en las mismas”.

Por último, el Banco de España apunta como factor de riesgo a la corrección del precio de los activos financieros, “con un incremento de las primas por riesgo, tanto de crédito como de mercado”.

Pese a ello, el organismo ha incidido en la “satisfactoria situación de solvencia” que, con carácter general, mantienen las entidades españolas tras el incremento registrado en sus ratios de capital en los últimos años.

“El sector se encuentra en una posición adecuada para hacer frente a los retos señalados y no se espera, por tanto, que los riesgos descritos tengan una incidencia inmediata significativa en la situación de las entidades de depósito españolas”, reafirma.