De acuerdo a la FAO, cerca de dos millones de productores de granos básicos en Centroamérica dependen de semilla de calidad para mejorar sus rendimientos, y para que puedan acceder de manera sostenible a este insumo es necesario fortalecer las políticas y leyes nacionales de este sector.
Este será el tema que ocupará a los representantes de los 10 países (Belice, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana), tanto del sector público como privado, en el marco del programa Mesoamérica sin Hambre, durante tres días en la Ciudad de Panamá.
En el encuentro se plantea realizar el intercambio de experiencias y recomendaciones a los gobiernos, a partir de los casos de estudio donde el sector público ha ampliado sus servicios para reconocer oficialmente o certificar, la semilla de calidad producida por los agricultores familiares.
En los últimos cinco años, la FAO ha desarrollado un trabajo estrecho con los gobiernos centroamericanos, quienes han demostrado su voluntad política para fortalecer la inclusión de la agricultura familiar en el sistema oficial de semillas, señaló Tito Díaz, coordinador de FAO para Mesoamérica. Al mismo tiempo, subrayó que estas lecciones aprendidas fijarán una nueva ruta para identificar las limitaciones y oportunidades en beneficio del desarrollo del sector de semillas en la región y para la conservación de la diversidad genética de las semillas locales.
Según informes de FAO, el uso de semilla de calidad en el momento oportuno puede resultar en un aumento considerable en los rendimientos y resiliencia de los cultivos, especialmente en granos básicos como el frijol y el maíz, rubros que en términos agregados nacionales han aumentado en los últimos años su índice de dependencia.
Por su parte, Jorge Arango, Ministro de Desarrollo Agropecuario de Panamá (MIDA), indicó que este acercamiento es importante para fortalecer los avances realizados hasta el momento en el sector de semillas y generar mayor confianza entre el sector público y los agricultores familiares. “Es una oportunidad para robustecer los vínculos y aprender del camino recorrido por todos los países de la región”, añadió el Ministro del MIDA.
Sistemas de semilla y la agricultura familiar
Los países de Centroamérica cuentan con una base jurídica sólida, instituciones encargadas e infraestructura para apoyar al sector de semillas. Sin embargo, según la FAO, no todos los agricultores familiares pueden acceder a estos servicios de manera sostenible, debido a que la carga administrativa y técnica del control de calidad de la semilla recae en la autoridad nacional de esta área, que en la mayoría de los casos no tiene suficientes recursos humanos y técnicos para aplicar los procedimientos de control de calidad estipulados por ley a las parcelas remotas y pequeñas de los agricultores familiares.
El diálogo mediado por FAO entre el sector público y los agricultores ha permitido que en los últimos años se identifiquen las limitaciones y oportunidades, y los gobiernos han abordado soluciones como la construcción de nuevos laboratorios de semillas, la acreditación de inspectores locales, la contratación de inspectores de campo adicionales y se han mejorado los mecanismos de planificación para asegurar la disponibilidad oportuna de semilla registrada, entre otros avances.
El taller de ‘Semillas de calidad en manos de agricultores familiares: promoviendo instituciones públicas más inclusivas’, se realiza del 9 al 11 de noviembre en Panamá y cuenta con la participación de 35 representantes, tanto del sector público como privado, de los 10 países de Mesoamérica. El evento se desarrolla en el marco del proyecto Mesoamérica sin Hambre, del programa FAO-AMEXCID, con el auspicio de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).