Cada vez los mercados son más competitivos y precisos, lo que hace reflexionar al empresario si está haciendo, o no, lo correcto en cuanto al Diseño e Ingeniería de Producto que está llevando a cabo para alcanzar los beneficios deseados. Por ello, hablamos con Jesús Reyes Delgado, coordinador técnico de Diseño e Ingeniería de Producto de IAT

 

Agenda de la Empresa: ¿Están al alcance de cualquier empresa las herramientas que hacen que los productos sean tan competitivos y precisos?

Jesús Reyes Delgado: Sí, están al alcance. Actualmente, el mercado ofrece un abanico amplio de herramientas que permiten a las empresas de los distintos sectores mejorar su rentabilidad. Pero en ocasiones, la falta o uso inapropiado de recursos, es una de las causas que hace que el empresario no alcance la rentabilidad esperada. Para contribuir a que estos objetivos se alcancen, desde IAT se ofrece la posibilidad de utilizar recursos especializados que normalmente no son rentables de mantener por parte de las empresas, y/o requieren un personal altamente cualificado que es difícilmente justificable en la estructura de una empresa cuyo campo de negocio no es la ingeniería.

IAT Jesús ReyesA.E.: ¿Qué soluciones ofrece el mercado actualmente?

J.R.D.: Tradicionalmente, se ha hecho uso de la metodología prueba-error, que ha dado lugar a prototipos físicos llevados a cabo utilizando distintas tecnologías, una sistemática que ha funcionado y funciona bien, aunque en estos tiempos conviven con otras metodologías más eficientes, económicas, sostenibles. Metodologías donde el prototipado virtual toma especial importancia, dado que permite trabajar en el diseño del producto de forma tridimensional, haciendo comprobaciones y validaciones que detectan los posibles errores del producto que queremos lanzar. Por tanto, el prototipo virtual permite un margen de mínimo a la hora de ejecutar el prototipo físico. Se trata, en definitiva, de ejecutar de la manera más rentable y en el menor tiempo posible.

A.E.: ¿Qué beneficios aporta la virtualización de los productos?

J.R.D.: La inversión en licencias como el programa ANSYS permite la virtualización de los nuevos productos, alcanzando así una mejora de los resultados. La implantación de estas tecnologías por parte de las empresas es una garantía de fiabilidad del producto final, dado que se trata de una simulación de ingeniería rápida y fiable. Independientemente del sector de actuación, las entidades que hagan uso de este software verán el éxito alcanzado por su producto mediante un proceso innovador. Una suma de valores que permite libertad de diseño, rentabilidad y productos competitivos. IAT cuenta con un equipo técnico especializado en la materia que hace uso de esta herramienta de virtualización para aportar beneficios a los trabajos encargados por los distintos clientes.

A.E.: ¿En qué sector podemos decir que tiene mayor alcance el prototipado virtual?

J.R.D.: El padre de esta metodología podríamos decir que ha sido el sector de la automoción debido a su volumen y potencia de industria, aunque está presente en mayor o menor medida en todos los ámbitos de la ingeniería. Existen algunas excepciones, como puede ser dentro del sector aeronáutico, donde Dassault Aviation “tiró” del carro con Dassault Systems y su familia de productos, que incluye Catia o Delmia Quest. Por otra parte, se ven limitados en el uso de esta tecnología aquellos sectores cuyo producto final no tiene propiedades homogéneas a lo largo del tiempo. Es el caso, por ejemplo, del sector de la madera y el mueble cuando emplean materiales naturales. Afortunadamente, cada árbol es único, con sus nudos y otros elementos que hacen que no sea factible la modelización. Esto no ocurre con materiales procesados como el DM o el aglomerado.

A.E.: ¿Se han dejado de utilizar entonces los prototipos físicos y los ensayos?

J.R.D.: No. Actualmente los prototipos y ensayos conviven en los procesos de diseño e ingeniería de producto. Simplemente, el número de interacciones del famoso “prueba y error” se ha reducido drásticamente. De hecho, IAT acaba de invertir en un equipo de ensayo y validación muy flexible que próximamente estará disponible en nuestras instalaciones de Lucena. Se trata de una célula de ensayos flexibles con 4 actuadores dinámicos de hasta 20 kN de fuerza que sin duda va a ser una infraestructura referente en nuestro entorno.

A.E.: ¿Y qué me dice de la tan de moda impresión 3D y los prototipos rápidos?

J.R.D.: Pues para empezar, que ni el término es el adecuado ni los prototipos son tan rápidos. Tradicionalmente, la fabricación era sustractiva, donde se parte de un bloque al que se le sustrae material hasta conseguir la forma adecuada. Hace ya unos años se inició una tendencia en la que se fabrica añadiendo material, proceso de fabricación que se ha dado a conocer como fabricación aditiva. Se trata de una fabricación más versátil con numerosas ventajas que permiten libertad en los diseños, así como alcanzar productos competitivos. La pieza o el producto se manufactura “capa a capa” sin necesidad de útiles, lo que permite una increíble libertad de diseño. Diseñas para cumplir una función de la mejor manera posible, cuando hasta ahora tenías que someterte a las limitaciones de los procesos de fabricación “tradicionales”. El término impresión 3D ha sido acuñado como medio de entender el proceso de forma sencilla: “es como una impresora de tinta, pero en 3 dimensiones”. Hay numerosas técnicas de fabricación aditiva, y sólo algunas son similares a la tradicional impresora de tinta. Respecto al tiempo, pues no tiene por qué ser “rápido”. Es cierto que no necesitas útiles, pero sus bondades yo las asociaría más a su libertad de diseño o flexibilidad del propio proceso que al tiempo de fabricación.

A.E.: Y con esas piezas fabricadas aditivamente, ¿qué se hace?

J.R.D.: Como prototipos se pueden ensayar, comprobar sus formas, etc. Cualquier prueba que hiciésemos con una pieza normal, pues se pueden fabricar en materiales definitivos (tanto plásticos como metales). Una vez ensayadas, podemos comprobar desviaciones, por ejemplo digitalizándolas con un escáner tridimensional. También pueden ser usadas tal cual como piezas definitivas, considerando el proceso como de fabricación propiamente dicho. Aquí hay que matizar que la fabricación aditiva es rentable como proceso de fabricación cuando aprovecha las bondades de su libertad de diseño, no como mero sustituto de un proceso de fabricación tradicional.

A.E.: ¿Qué es digitalizar con un escáner tridimensional?

J.R.D.: Se trata de un dispositivo con forma de brazo que en un extremo tiene un láser que permite pasar por una pieza y escanear sus formas y geometrías para pasarlas al ordenador. Si tenemos un prototipo o pieza de la que no tengamos información resulta muy útil. También permite realizar controles de calidad en pleno proceso productivo, pues es portátil. Como flexión final me gustaría destacar que desde IAT potenciamos la cooperación en Diseño e Ingeniería de Producto, dado que somos conocedores que hay numerosas empresas que no tienen la necesidad de tener este tipo de herramientas, ni el personal cualificado para ello. Es por ello que invertimos y promulgamos la colaboración con las empresas para contribuir en la calidad de su producto final. Como Centro Tecnológico multisectorial aplicamos nuestra experiencia en los diversos sectores, ya que contamos con recursos técnicos y humanos especializados.

 

Inma Sánchez