Indra se ha adjudicado un contrato para el desarrollo de la ingeniería, suministro e implantación de los sistemas de señalización viaria y prioridad tranviaria, control de accesos y billetaje para el nuevo Tranvía de Cuenca, la tercera ciudad de Ecuador.

Está previsto que el Tranvía de Cuenca, actualmente en construcción, empiece a funcionar en junio de 2016 y que lo utilicen alrededor de 120.000 pasajeros al día y 39 millones al año. Será el mayor sistema de transporte masivo de la ciudad, considerada “la Atenas de Ecuador” por su patrimonio arquitectónico y artístico.

Los sistemas de señalización viaria y tranviaria que Indra implantará en esta nueva infraestructura urbana permitirán la gestión de la movilidad en las zonas influenciadas por el paso del tranvía, es decir, actuarán sobre los semáforos, regulando el tráfico en los cruces que atravesará el tranvía y en otros próximos que puedan afectar a su paso. Indra actualizará la tecnología actual del centro de control de tráfico urbano de Cuenca e implantará el nuevo software que permitirá la gestión y control integral del tráfico en la zona y su optimización.

Además, gracias a un sistema de prioridad semafórica, que se integrará con el resto de subsistemas del tranvía de Cuenca, el sistema de señalización favorecerá la circulación del tranvía sobre los vehículos privados, lo que permitirá el cumplimiento de los horarios establecidos en el servicio y fomentará que los ciudadanos opten por utilizar el transporte público, de acuerdo a la planificación de la Administración Municipal.

El objetivo es integrar el medio de transporte en el Sistema Integral de Movilidad, reducir los actuales niveles de tráfico y la emisión de gases contaminantes, y optimizar la movilidad en todo el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, potenciando el uso del tranvía y disminuyendo el tráfico particular.

Indra también implementará en el tranvía de Cuenca un sistema de ticketing sin contacto de última tecnología que permitirá ofrecer el mejor servicio e información a los pasajeros, así como facilitar el control, la gestión económica y el seguimiento de los recursos.

Los viajeros podrán recargar sus tarjetas sin contacto en cualquiera de las 28 paradas del recorrido, mediante las máquinas expendedoras automáticas que se instarán, y validarlas en los sistemas de control de accesos. Además, se instalarán en la ciudad diferentes puntos de atención y personalización, para poder incluir en la tarjeta los datos y foto del titular, y su perfil de usuario.

La solución también contará con equipos portátiles de venta e inspección, que permitirán la recarga de tarjetas, la venta de títulos y la inspección tanto de las tarjetas sin contacto como de los billetes sencillos pensados para los viajeros ocasionales.

La aplicación de tecnología al transporte público permite mejorar el servicio y potenciar su uso por parte de los ciudadanos, un aspecto fundamental especialmente en el entorno urbano para dar respuesta a la necesidad de un transporte y una movilidad más eficiente, ecológica y sostenible.