Según datos del INE, el IPC bajó 1,2 puntos en enero y la tasa interanual cayó seis décimas, hasta el 0,8%, llegando así a su nivel más bajo de la última década. Si bien, el frenazo de la inflación podría avanzar una espiral deflacionista. Esta tasa del 0,8% es la más baja desde junio de 1969, cuando la inflación se situó en el 0,5%, y es además 3,5 puntos inferior a la obtenida en el mismo mes de 2008 (4,3%), uno de los meses en los que los precios subían de forma desorbitada debido al encarecimiento del barril de crudo. De esta forma, en enero, la inflación interanual retrocedió por sexto mes consecutivo, gracias al abaratamiento de los carburantes y de alimentos como el pescado fresco, la leche y los aceites. La caída mensual, por su parte, es la mayor registrada en el mes de enero de toda la serie histórica (1,2%).