Continuismo y parálisis son conceptos antagónicos, pero son los que han marcado la actualidad de 2015 convirtiéndose en las dos caras de una misma moneda. Continuismo en las políticas de los gobiernos que han seguido sin aportar soluciones y golpeando a la mayoría social y parálisis porque en un año en el que ha habido cuatro procesos electorales, los partidos han dedicado su tiempo, sus agendas y sus esfuerzos al tacticismo y a los fuegos cruzados en lugar de resolver los problemas que de verdad tienen y afectan a las personas.

Los datos reflejan esa doble cara y en Andalucía nos encontramos al cierre de este año con 1.300.000 personas paradas, 695.000 que no reciben ingreso alguno, más de 780.000 personas desempleadas de larga duración, un paro juvenil del 57% y un empleo basado en la elevada e injustificada temporalidad.

Pero esa baja calidad en el empleo, fruto de la reforma laboral del PP, no ha traído consigo un aumento de la competitividad como prometía el gobierno; de hecho, la economía sumergida a la que se enfrenta el mercado laboral y que sigue en permanente crecimiento, puede que esté sirviendo de amortiguador al conflicto social por su permisividad, pero está destruyendo tejido empresarial por la competencia desleal y eso, antes que después, perjudicará a la mayor parte de los sectores de la sociedad y a la calidad de vida.

Francisco-Carbonero12-439x451Decía antes que 2015 ha sido un año puramente electoral, aunque eso no ha sido óbice para que los presupuestos de 2016 aprobados por el Gobierno andaluz sigan siendo continuistas e insuficientes para dar respuesta a las necesidades de los andaluces y las andaluzas. En ellos, las medidas encauzadas a crear empleo de calidad y actividad productiva son relegadas a un segundo plano. Lo mismo ocurrió meses antes con el Gobierno central, que en los PGE ha seguido imponiendo disciplina financiera a las autonomías, desigualdad y nuevos recortes. El tacticismo electoral, sin embargo, ha llevado a los partidos a hacer anuncios pensando más en el interés partidista que en el general, como el del PP de no tener que pagar IRPF el primer año de empleo, o el de la bajada indiscriminada de impuestos del Gobierno andaluz. Se trata de medidas populistas que, a la larga, acabarán generando más desigualdad y no están enfocadas a resolver el problema estructural que tienen España y Andalucía.

Somos conscientes de que hay que hacer reformas, pero en CCOO estamos convencidos de que hay otras opciones más eficaces y, sobre todo más justas, empezando por una reforma fiscal progresiva que reequilibre la carga entre las rentas del trabajo y las rentas del capital, un plan para crear empleo estable y de calidad, una mayor inversión en sectores productivos emergentes, una garantía de los servicios públicos y una mayor protección social para las personas que más lo necesitan. Sobre este último punto, precisamente, en CCOO de Andalucía lideramos en 2015 junto a una veintena de organizaciones sociales una Iniciativa Legislativa Popular para garantizar una renta mínima de inserción como derecho.

A pesar de haber superado ampliamente el número de firmas necesarias y de contar con el respaldo de la mayoría social, el Gobierno andaluz obvió el escaño 110 y rechazó incluso la posibilidad de que fuese debatida en el Parlamento. Ahora se está haciendo a nivel de España y haremos todo lo que esté en nuestra mano para que esta vez la voz de la ciudadanía sí sea escuchada en el Congreso. En el caso de Andalucía, además de instar al gobierno a poner en marcha esta ILP, hemos reclamado la firma de un Pacto de Estado andaluz entre Gobierno, partidos políticos, patronal y sindicatos que permita un desarrollo óptimo de nuestro Estatuto de Autonomía y un cambio del modelo de financiación. Andalucía se ha alejado mucho de España y Europa y hay que reorientar las políticas para volver a converger. Eso sí, con la igualdad como eje central.

2015, año en el que se ha cumplido el vigésimo aniversario de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ha sido un mal año para la siniestralidad laboral porque hasta el mes de noviembre y sólo en Andalucía, 84 personas trabajadoras han muerto en accidente laboral, ha habido 80.169 accidentes leves y 1.047 graves. La LPRL es un elemento útil, pero tiene que ir acompañada de partidas destinadas a impulsarla y de más programas para sensibilizar sobre la prevención; de ahí que sea necesario que la prevención vuelva a estar en el discurso político y las empresas la sitúen como una prioridad. Además, la propia desregulación del mercado de trabajo auspiciada por la reforma laboral ha contribuido al aumento de la siniestralidad laboral, de manera que hoy, más que nunca, se hacen necesarios más recursos económicos y humanos para acabar con estos datos detrás de los cuales hay personas que han perdido sus vidas en el trabajo.

Otro de los episodios más negros del año que acabamos de dejar, es el protagonizado por la violencia de género, una lacra social que no sólo incumbe a las mujeres sino a toda la sociedad. Una sola mujer, asesinada ya es para tomar medidas, pero cuando son 51, -12 de ellas en Andalucía-, el tema se convierte en una cuestión de Estado. Eso es precisamente lo que pedimos desde CCOO y por lo que nos hemos manifestado. La respuesta de los gobiernos, los partidos y las instituciones no puede quedarse en las condolencias; hay que pasar a los hechos y sentar de una vez las bases para que, gobierne quien gobierne, la mujer deje de tener miedo.

El derecho a huelga con más de 300 sindicalistas encausados por defender los derechos laborales, ha sido uno de los derechos constitucionales más atacados durante el año que dejamos. Para CCOO, la cruzada del PP contra estos derechos responde a la necesidad de acallar a la sociedad ante sus políticas injustas y sus recortes indiscriminados a través de la mal llamada ‘Ley de Seguridad Ciudadana’. Por eso, en 2016 seguiremos empeñados en que la huelga sea un derecho, no un delito, y para ello es imprescindible tanto la derogación de esa, norma, como la eliminación del artículo 315.3 del Código Penal. Y al igual que seguiremos trabajando para que se derogue esa Norma seguiremos batallando contra las medidas contempladas en la reforma laboral, de manera que, entre otras muchas cuestiones, la negociación colectiva recupere el papel que le corresponde como herramienta fundamental de las relaciones laborales entre empresa y trabajador.

CCOO de Andalucía tampoco va a renunciar nunca a incidir las políticas públicas para que haya un reparto más equitativo de la riqueza. Por ello, seguiremos reclamando que se apruebe la Ley de Participación Institucional, desarrollando el mandato estatutario  recogido en el artículo 26.2 de nuestro Estatuto de Autonomía, que regula la participación de los agentes sociales y económicos en los diferentes ámbitos institucionales con la administración pública, y se abran espacios de diálogo y negociación que garanticen una economía sostenible, un empleo de calidad y un mayor bienestar de vida a los andaluces y las andaluzas. Para ello, abogamos por recuperar el espíritu del diálogo social, entendido éste como herramienta para buscar sinergias que lleven a Andalucía a salir de la situación en la que se encuentra. Sindicatos y empresarios, a pesar de ser las dos caras de la moneda, hemos consensuado desde nuestras diferencias y antagonismos, un documento con propuestas en el que, por encima de intereses particulares, prima el interés general de los andaluces y las andaluzas. Ahora les toca a los partidos políticos ponerse de acuerdo y dejar el tacticismo electoral permanente para situar en el centro de sus agendas los problemas principales de las personas, con el empleo como prioridad.

Sabemos que 2016 no será más fácil que 2015, pero en CCOO trabajaremos para que, independientemente de quien gobierne, continuismo y parálisis den paso a la acción y al cambio en favor de más generación de riqueza y de un reparto más equitativo de la misma, del empleo de calidad, la recuperación de derechos perdidos, los servicios públicos, un nuevo modelo productivo, la igualdad y la justicia social. Sólo así saldremos de la crisis.

 

Francisco Carbonero Cantador

Secretario General de CCOO-A

@carboneropaco