Desde 2010, la riqueza de la mitad más pobre de la población se ha reducido en un billón de dólares, lo que supone una caída del 41%. Mientras, la riqueza de las 62 personas más ricas del planeta ha aumentado en más de 500.000 millones de dólares, hasta alcanzar la cifra de 1,76 billones de dólares.

Así lo señala el informe de Oxfam, llamado Una economía al servicio del 1%, que muestra cómo la desigualdad afecta de manera desproporcionada a las mujeres; de las 62 personas más ricas del mundo, 53 son hombres y tan sólo 9 son mujeres.

La predicción que Oxfam realizó antes de la reunión de Davos del año pasado, de que en poco tiempo el 1% poseería más riqueza que el resto de la población mundial, se ha cumplido en 2015, un año antes de lo esperado.

homeless-212591_640Oxfam hace un llamamiento para que se tomen medidas urgentes contra la crisis de la desigualdad extrema, que pone en peligro todo el progreso realizado a lo largo de los últimos 25 años en la lucha contra la pobreza.

Como prioridad, la organización pide que se acabe con la “era de los paraísos fiscales”, cada vez más utilizados por las personas ricas y las grandes empresas para evitar pagar los impuestos que les corresponden de manera justa. Como resultado, “los Gobiernos se han visto desprovistos de unos recursos esenciales para abordar la pobreza y la desigualdad”.

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, y que acude de nuevo a la reunión de Davos tras haberla copresidido el año pasado, afirma: “Simplemente no podemos aceptar que la mitad más pobre de la población mundial posea la misma riqueza que un puñado de personas ricas que cabrían sin problemas en un autobús”.

Una de las principales tendencias que subyacen a esta creciente desigualdad que pone de relieve el informe de Oxfam es la reducción de la participación de los trabajadores en la renta nacional en prácticamente todos los países más avanzados y en la mayoría de los países en desarrollo, y el hecho de que la brecha salarial entre las personas con mayor y menor remuneración es cada vez mayor. A su vez, la mayoría de los trabajadores peor remunerados del mundo son mujeres.

Por el contrario, las personas que ya eran ricas han visto cómo su capital ha ido creciendo de forma constante (a través del pago de intereses, dividendos, etc.) a un ritmo significativamente más rápido que el crecimiento de la economía. Esta ventaja se ha visto todavía más acentuada debido al uso de paraísos fiscales, “los cuales son uno de los mayores ejemplos expuestos en el informe de cómo se han manipulado las reglas que rigen la economía global para reforzar la capacidad de los más ricos y poderosos de concentrar más riqueza”.