El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejora sus perspectivas para España en dos décimas para 2016, hasta el 2,7%, y en una décima para 2017, hasta el 2,3%.
Según ha señalada en el informe ‘Perspectivas de la economía mundial’, según las proyecciones, el crecimiento mundial será de 3,4% en 2016 y de 3,6% en 2017 y el crecimiento en las economías avanzadas aumentaría 0,2 puntos porcentuales en 2016, a 2,1%, y se mantendría sin cambios en 2017.
Para la zona euro, “el fortalecimiento del consumo privado -estimulado por el abaratamiento del petróleo y las condiciones financieras favorables- está compensando el debilitamiento de las exportaciones netas”, por lo que las previsiones señalan un aumento del 1,7% tanto para 2016 como para 2017.
Por su parte, en Estados Unidos la actividad global “conserva el vigor” gracias a condiciones financieras que aún son favorables y al fortalecimiento del mercado de la vivienda y del trabajo; “ahora bien, la fortaleza del dólar está lastrando la actividad manufacturera y el retroceso de los precios del petróleo está frenando la inversión en estructuras y equipos de minería”, alerta el informe.
Mercados emergentes
El crecimiento de las economías de mercados emergentes y en desarrollo aumentará, según los pronósticos, de 4% en 2015 -el nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008-09- a 4,3% y 4,7% en 2016 y 2017, respectivamente.
Se prevé que el crecimiento en China disminuya a 6,3% en 2016 y 6,0% en 2017, “más que nada debido a un crecimiento más bajo de la inversión a medida que la economía continúa reequilibrándose”. La proyección general para India y el resto de las economías emergentes de Asia es una “prolongación del crecimiento vigoroso”, si bien algunos países enfrentarán fuertes vientos en contra generados por el reequilibramiento de la economía china y la debilidad de la manufactura mundial.
La proyección actual apunta a que el PIB agregado de América Latina y el Caribe se contraerá también en 2016, aunque a una tasa más baja que en 2015, y también se proyecta un crecimiento más elevado en Oriente Medio.
Por su parte, las economías emergentes de Europa continuarían creciendo a un ritmo en general sostenido, aunque algunas sufrirían una desaceleración en 2016.
Finalmente, en la mayoría de los países de África subsahariana se observará un repunte paulatino del crecimiento, pero a tasas inferiores a las de la última década debido a la caída de los precios de las materias primas.