Sabemos que cuanto más industrializado está un país mejor funciona su economía; por eso, además de conseguir el mantenimiento de la industria existente, hay que apostar por su crecimiento para garantizar el futuro.
En AIQBE sabemos que para alcanzar logros significativos en la industria hay que innovar. La innovación es la clave para la supervivencia en un entorno globalizado y en continuo cambio. Y esto se debe a que la sociedad demanda procesos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Para la Unión Europea, la industria es clave para la mejora de las exportaciones, la calidad en la investigación y, sobre todo, para el crecimiento y la recuperación económica. Por eso ha marcado a España, dentro del Objetivo 20/20/20, una serie de tareas que debemos intentar cumplir, entre ellas, conseguir que el sector industrial alcance el 20% del Producto Interior Bruto nacional de cara al año 2020, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20%, ahorrar el 20% del consumo de energía mediante una mayor eficiencia energética y promover las energías renovables hasta el 20%.
Pero para lograr estos objetivos hay que partir de dos premisas: necesitamos trabajar juntos para incrementar nuestro tejido productivo y abordar una adecuada reforma energética que reduzca los costes eléctricos para la industria. La energía es una cuestión muy sensible para nuestras empresas y constituye hoy uno de los principales problemas de competitividad del sector. Un precio competitivo de la energía es esencial para mantener y reforzar nuestra capacidad exportadora, la cual es, a su vez, una clave para crear y mantener empleo de calidad. Atender estos dos factores es vital para lograr el impulso tanto de las empresas energéticas como del resto de la industria en su conjunto. No será posible recuperar la capacidad competitiva sin actuar sobre los costes energéticos y sin aprovechar las oportunidades de mejor suficiencia que están alumbrando los nuevos descubrimientos y las nuevas técnicas.
Pese a este hecho, quiero recordar que las empresas que integran a los dos principales núcleos industriales en Andalucía, Campo de Gibraltar y Huelva, representan más del 40% del valor de la producción industrial en la comunidad, dato que refleja el esfuerzo que han realizado sus empresas, especialmente en los últimos años, por seguir creciendo y la voluntad de las mismas por contribuir con su potencial a la política industrial del territorio. También tengo que destacar las importantes cifras de inversión que las empresas de AIQBE han dedicado a la aplicación de ese concepto tan importante en sus instalaciones como es el de “la mejora continua” y, por supuesto, a los proyectos de eficiencia energética y ambiental y seguridad laboral. Así, han superado los 3.400 millones de euros en inversiones en los últimos 10 años.
Además, no debemos olvidar que es fundamental una actitud positiva de las Administraciones hacia el hecho industrial. El verdadero reto de la provincia de Huelva durante 2016 y en los próximos años es propiciar que aparezcan nuevas empresas, que las nuestras crezcan, que se genere valor y seamos capaces de atraer inversiones productivas de otros países y regiones. Tenemos que trabajar para superar las diferencias que nos separan de otras comunidades españolas más desarrolladas.
Con todo ello, este sector en Andalucía seguirá creciendo en los años venideros, pero hay que trabajar para fortalecer nuestro tejido empresarial, con medidas como la reducción de la factura energética y el establecimiento de una regulación estable en este terreno, para así atraer y crear nueva industria. Esperamos que 2016, año en el AIQBE celebra su 30 aniversario, se constituya como un punto de inflexión, en su sentido más positivo, para la consecución de esta misión.
Rafael E. Romero
Gerente de AIQBE