El acelerado crecimiento de la industria pesquera plantea nuevos desafíos para la administración de ese sector, responsable del 17% de la proteína animal que se consume en el mundo, según señaló la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Para abordar sus necesidades emergentes, el organismo convocó a una cumbre de la industria pesquera en Agadir, Marruecos, que reúne a más de 50 países. El objetivo es mejorar las normas y prácticas que la rigen, así como las condiciones laborales y la protección de la biodiversidad.

La FAO indicó que otro gran beneficio recae en los países en desarrollo, que perciben más ingresos económicos por sus exportaciones que los obtenidos en conjunto por la carne, el tabaco, el arroz y el azúcar.

Audun Lem, director adjunto de la división de la FAO sobre Recursos Pesqueros y Acuicultura, recordó que más de la mitad del pescado que se consume proviene de la acuicultura. “El sector produce casi 70 millones de toneladas al año. Este es un enorme cambio en comparación con unas décadas atrás, cuando esa industria era prometedora pero pequeña. Contribuye directamente a la seguridad alimentaria y desde el punto de vista económico, genera empleos, especialmente en zonas rurales, e ingresos por las exportaciones”, explicó.

La FAO señaló que la mayor parte de las explotaciones acuícolas se encuentran en Asia. No obstante, las tasas más altas de crecimiento de esa actividad se están dando en África y América del Sur y Central.

El comercio internacional de pescado y productos pesqueros generó 144.000 millones de dólares en 2014, el doble de hace 10 años. De esa cifra, las naciones de bajos ingresos exportaron en conjunto unos 78.000 millones de dólares, tres veces más que el valor de las exportaciones mundiales de arroz.