La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ha concedido la segunda edición del Premio Concha Caballero, convocado por el Vicerrectorado de Igualdad, Cultura y Cooperación al Desarrollo, en el marco del Día Internacional de la Mujer y en homenaje a la fallecida parlamentaria andaluza, a la cantaora jiennense Carmen Pacheco Rodríguez, más conocida como Carmen Linares. La finalidad del galardón es reconocer la labor de aquellas personas que han contribuido a dar mayor visibilidad a las mujeres andaluzas, no solo en el ámbito político, sino también en otros ámbitos de la sociedad.

carmen-linaresCarmen Pacheco Rodríguez, nacida en Linares (Jaén) en 1951, es, probablemente, la cantaora más prestigiosa de su generación, congeniando a lo largo de su carrera artística numerosas dimensiones musicales, culturales y cívicas. Desde sus raíces, fundamentalmente flamencas, ha viajado a otros ámbitos rítmicos, como el jazz, la música clásica o la canción de autor, al tiempo que ha defendido por lo común las causas que tienen que ver con las libertades cívicas y los derechos humanos.

En este contexto, uno de sus mayores compromisos personales se relaciona con la puesta en valor de las mujeres flamencas, a menudo invisibilizadas en un ámbito tradicional en el que el machismo las relegó históricamente. A través de diversas grabaciones, Carmen Linares no sólo ha rendido explícito homenaje a La Niña de los Peines y a otros nombres de referencia en el panteón jondo, sino que ha rescatado del olvido a otras creadoras flamencas, en una tarea de investigación y divulgación constante. Fruto de todo ello, surgió el disco que ella considera como una de sus mayores aportaciones a la historia de la música, “Antología de la mujer en el cante” (Universal, 1996).

Sus orígenes fueron humildes. Sus primeros pasos artísticos fuera de Linares se produjeron, siendo muy joven, a través de su participación en diversas compañías flamencas, al tiempo que empezó a dejarse ver por tablaos madrileños como los del Café de Chinitas o Torres Bermejas. Durante dicho periodo formativo, la cantaora andaluza conoció de cerca el cante de Pepe Matrona, Fosforito y Juan Varea, al tiempo que empezó a compartir escenario con artistas de su generación como Camarón, Enrique Morente y los hermanos Habichuela. En su trayectoria escénica cabe destacar la versatilidad para involucrarse en proyectos como “El Amor Brujo” de Falla, junto a la Orquesta Nacional de España; “Locura de brisa y trino” de Manolo Sanlúcar y “Poeta en Nueva York” de Blanca Lí, con quienes recorrió numerosos escenarios internacionales. Su vivo interés por la poesía le llevó también a aproximarse a la obra de Federico García Lorca, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez, José Angel Valente o Miguel Hernández, entre otros autores.

Entre otros Premios, ha sido merecedora de los premios de la Academia de la Música a Toda una Vida (2011), Nacional de Música (2001) y Compás del Cante (1999); las medallas de las Bellas Artes y de la Junta de Andalucía, y el reconocimiento a “Raíces y Alas” como Mejor Álbum Flamenco, entre otras importantes distinciones.