Los avances tecnológicos y de las comunicaciones, así como una mayor influencia de la globalización en todas las industrias, han fomentado que muchas compañías, sobre todo multinacionales, opten por trasladar la ubicación de sus equipos a otras regiones o países.

Esta deslocalización de equipos concede grandes ventajas a las empresas pero también existen dificultades y retos a los que hay que hacer frente, especialmente a todos aquellos aspectos relacionados con las diferencias culturales.

Este es uno de los puntos a tratar en la publicación “Tendencias clave para directivos y altos ejecutivos a nivel mundial” de Page Executive, firma especializada en la búsqueda y selección de perfiles de alta dirección. El estudio analiza las tendencias clave actuales y futuras del reclutamiento de ejecutivos en España.

Ventajas de contar con equipos en distintas localizaciones

1. Adaptar la propuesta de valor a las condiciones de la región en cuestión. Contar con un equipo local facilita un mayor conocimiento del entorno, permitiendo tener una visión real y fidedigna del público objetivo, las condiciones económicas o la situación actual del mercado, entre otros aspectos.

2. Mayor proximidad con el cliente. Conocer de primera mano cuáles son las necesidades de los clientes de una zona concreta es mucho más sencillo si se cuenta con un equipo de profesionales en la región. Esto permitirá un acercamiento con clientes tanto actuales como potenciales.

mark-516277_6403. Equipos heterogéneos. Hoy en día, un equipo puede estar integrado por miembros procedentes de distintos países y culturas. Esta diversidad fomenta el enriquecimiento no sólo personal, sino también profesional ya que permite descubrir distintos enfoques y puntos de vista.

4. Visión global de la industria. Gracias a la deslocalización, las empresas cuyo negocio traspase las fronteras de la sede corporativa pueden tener una perspectiva del sector a nivel global. Esto se traduce en una mayor prevención o capacidad de reacción ante cualquier situación.

5. Incremento de la creatividad. Un mismo problema puede abordarse de distintas formas según el país o región de la que procedan los miembros del equipo, lo que permite contar con un gran número de opciones a la hora de afrontar una situación concreta.

Por otra parte, la publicación de Page Executive también analiza los retos a la hora de gestionar equipos deslocalizados:

1. Diferencias culturales. Se trata del indicador más importante. Los directores deben ser lo suficientemente flexibles como para trabajar tanto con otros cargos directivos como con el personal a su cargo dentro de la escala cultural, lo que supone aprender a dirigir de otro modo.

2. Mayores costes. Trabajar con equipos que se encuentran en distintas zonas suele ser más caro por causas como los viajes que se realizan periódicamente o la posibilidad de que existan condiciones económicas especiales en esa región.

3. Dificultades para un contacto regular. A pesar de los avances tecnológicos, es mucho más complicado mantener un contacto regular con un equipo deslocalizado ya que influyen factores externos como la diferencia horaria o la calidad de las telecomunicaciones de la región.

4. Gestión de equipos a distancia. Es aquí donde pueden surgir complicaciones, ya que en un mismo equipo puede haber culturas que se rijan o no por una elevada distancia del poder, entendida como la medida en que los miembros menos poderosos de las organizaciones aceptan y esperan que el poder se distribuya de forma desigual.

5. Tener en cuenta a los stakeholders locales. Empezar a trabajar en una nueva región o país implica averiguar cuáles son los grupos de interés y considerar todas las zonas en las que la compañía esté presente, ya que esta es la única forma de garantizar un mejor resultado.