“Se prevé que el crecimiento económico en Europa siga siendo moderado, pues la trayectoria de sus principales socios comerciales se ha ralentizado y algunos de los factores que hasta ahora habían sido propicios están comenzando a desvanecerse”. De esta forma se ha expresado la Comisión Europea en sus previsiones económicas de primavera.
Así, espera que el PIB de la zona del euro crezca el 1,6% en 2016 y el 1,8% en 2017, tras experimentar un crecimiento del 1,7% en 2015 (previsiones de invierno: 2015: 1,6%, 2016: 1,7%, 2017: 1,9%). Se prevé que el crecimiento del PIB en la UE se sitúe en el 1,8% en 2016 (un leve descenso respecto al 2,0 % registrado en 2015) y ascienda levemente hasta el 1,9% en 2017 (previsiones de invierno: 2015: 1,9%, 2016: 1,9%, 2017: 2,0%).
Pierre Moscovici, el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, ha declarado que el crecimiento en Europa “se está manteniendo, pese a las mayores dificultades del entorno mundial. Hay signos de que, gradualmente, las políticas aplicadas están logrando más empleo y fomentando la inversión. No obstante, queda mucho por hacer para corregir la desigualdad. La recuperación de la zona del euro sigue siendo desigual, tanto entre los Estados miembros como entre los segmentos sociales más fuertes y más débiles. Se trata de una situación inaceptable que requiere una actuación resuelta de los gobiernos, tanto a nivel individual como colectivo”.
Respecto al mercado de trabajo, se prevé que prosiga “la recuperación moderada sustentada en el retraso de su respuesta a la mejora de las condiciones cíclicas y en la contención del aumento de los salarios”. “Aunque las disparidades entre los mercados de trabajo persistirán durante algún tiempo”, se prevé que el desempleo en la zona del euro se reduzca hasta el 10,3% en 2016 y el 9,9% en 2017, frente al 10,9% en 2015. En el conjunto de la UE, se prevé que el desempleo descienda del 9,4% en 2015 al 8,9% en 2016 y al 8,5% en 2017.