Endesa ha lanzado un nuevo plan para electrificar la flota de vehículos de representación de sus directivos. El objetivo es que dentro de cuatro años, 4 de cada 10 vehículos de este segmento sean híbridos o 100% eléctricos (13% de la flota total, integrada por unos 340 coches). El proyecto se suma al 2º plan de movilidad eléctrica para empleados, que recientemente ha anunciado la compañía.

Para incentivar a los directivos a que escojan este tipo de modelos, la empresa va a ofrecer aumentar la cuota que reciben para el renting: un 20% o un 40% más si es híbrido o eléctrico puro, respectivamente, durante estos tres primeros años. A partir de 2020, una vez que ya esté más maduro el mercado, la ayuda bajará a una mejora del 10% o del 21%, respectivamente.

Además, la empresa se compromete a ampliar el despliegue de la instalación de infraestructura de recarga en sus sedes.

En los casos en los que la elección siga siendo un vehículo tradicional de combustión, la empresa reducirá las emisiones de este segmento, incluso más allá de lo marcado por las directrices europeas. De esta forma, aunque el directivo continuará teniendo libertad de elección de marca y modelo, sí que tendrá una limitación máxima de emisiones para su vehículo: 150 gCO2/km hasta 2019 y 120 gCO2/km a partir de 2020. De este modo, sobre la base de que estarán incentivados los vehículos híbridos y eléctricos, el conjunto de la flota de vehículos directivos en promedio tendrá unas emisiones menores a: 130 gCO2/km hasta 2019 y 95 gCO2/km a partir de 2020.

El plan de sustitución de la flota de directivos por una menos contaminante es otra de las medidas de Endesa para desarrollar un modelo de transporte energéticamente más sostenible y poder mejorar, así, la calidad de vida de las ciudades, donde residirá más del 70% de la población en 2050 (hoy, el 50%).