Unicaja Banco, entidad a través de la que Unicaja desarrolla su actividad financiera, se ha adherido al Código de Buenas Prácticas para la reestructuración viable de las deudas con garantía hipotecaria sobre la vivienda habitual, al igual que el resto de entidades asociadas a la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

La adhesión de Unicaja Banco responde al hecho de que este código atiende a uno de los objetivos fundacionales de las Cajas de Ahorros: su tradicional lucha contra la exclusión social y financiera, objetivo compartido en Unicaja Banco a través de su política de Responsabilidad Social de la Empresa y de la Obra Social de Unicaja.

En este sentido, desde el inicio de la crisis, Unicaja ya venía arbitrando soluciones específicas para aquellos clientes hipotecarios que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad, como las refinanciaciones, los periodos de carencia, las daciones en pago o la adquisición de vivienda para su posterior alquiler al deudor, entre otros.

La adhesión de Unicaja, a través de Unicaja Banco, a este Código de Buenas Prácticas en materia de vivienda tiene especial relevancia por cuanto que las Cajas de Ahorros y las entidades asociadas a la CECA están especializadas en la financiación a empresas y familias, y han favorecido el acceso a la vivienda en propiedad de todas las capas de la población, un factor muy positivo para fomentar la cohesión y la estabilidad social. De hecho, las cuotas de mercado del sector de entidades vinculadas a la CECA ascienden al 55% en préstamos hipotecarios. En el caso de la vivienda protegida la cuota se eleva hasta el 69%.