Repsol impulsa desde hace más de 70 años la ciencia y la investigación como parte esencial de su estrategia. Uno de los momentos clave se produce en 2002 cuando se inaugura el Centro de Tecnología Repsol situado en Móstoles (Madrid), corazón científico de la compañía.

En estos años, se ha convertido en uno de los centros más importantes de Europa y un referente de investigación privada en España. En él trabajan más de 400 científicos e investigadores, cuenta con ocho laboratorios especializados y en 2015 registró 26 nuevas patentes y 46 artículos científicos.

En Repsol, la ciencia, la investigación y la tecnología son claves para mejorar la actividad como empresa energética y lograr ser más eficientes y sostenibles: desde técnicas pioneras para crear modelos geológicos en 3D, pasando por los algoritmos matemáticos y los sistemas cognitivos… todo ello se aplica en las áreas de negocio para mejorar resultados y poder anticipar los retos futuros del ámbito energético.

Proyectos destacados

Excalibur. Es un conjunto de nuevas y potentes herramientas desarrolladas en el Centro de Tecnología Repsol, basadas en técnicas matemáticas que realizan una evaluación integral de los yacimientos. Así, crea una base de datos mundial de yacimientos semejantes, de tal forma que se puedan establecer relaciones entre ellos: de yacimientos conocidos se realizan comparaciones con otros desconocidos.

AsfaltosCon todos los datos y los modelos desarrollados, se crea un modelo geológico en 3D que permite conocer propiedades de los campos exploratorios que sería imposible conocer con las técnicas tradicionales y sí que es posible gracias a estas herramientas, que además minimizan aún más los riesgos en la búsqueda de petróleo. En unos tests realizados en el yacimiento del Mar del Norte, este proyecto logró mejorar un 9% la mejor solución publicada hasta la fecha por otras compañías e instituciones de investigación de prestigio.

Excalibur pretende optimizar la toma de decisiones a la hora de localizar los pozos, cuantificar las reservas y el control de yacimientos, además de dotar a Repsol de una importante ventaja frente a la competencia, ya que es capaz de identificar nuevas oportunidades de inversión.

Pegasus. Fruto del trabajo en equipo con IBM, se desarrolló por primera vez a nivel mundial esta tecnología cognitiva aplicable a la industria del petróleo, es decir, una versión evolucionada de inteligencia artificial.

Lo que permite este proyecto es construir modelos conceptuales y geológicos mucho más eficientes, con una interacción mucho más óptima entre humanos y ordenadores. De esta forma, los ordenadores son capaces de “entender, razonar y aprender” reducir incertidumbres y garantizar la mejor decisión a la hora de explorar. Esta tecnología disruptiva para la industria del petróleo se desarrolla de forma conjunta por un equipo científico que trabaja tanto en el laboratorio cognitivo de IBM en Nueva York como en el Centro de Tecnología de Repsol.

Asfaltos inteligentes. Los betunes son la base de los asfaltos de las carreteras. En el Centro de Tecnología, con tecnología propia, se desarrollan distintos betunes en función del uso que se les vaya a dar y se les proporciona más cohesión y más resistencia al uso. Así, se logra que las carreteras sean más seguras y duren más.

Para tratar de que los pavimentos no se deterioren, se está tratando de conseguir que los materiales que los componen se reparen por sí solos, mediante micro-encapsulación de agentes reparadores y el calentamiento asistido de las capas de asfalto, que regeneran los betunes mediante calor. También se trabaja en asfaltos descontaminantes, que incluyen un catalizador con bituminosas, que con el sol permite eliminar los óxidos de nitrógeno de los vehículos y reducir emisiones. Y aprovechando el caucho de neumáticos usados, los investigadores han desarrollado un tipo de betún que elimina más de 10.000 toneladas de neumáticos al año. Ya se usan en carreteras nacionales de titularidad estatal, en la M-10 y en las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT).

 

ARTÍCULO INCLUIDO EN EL NÚMERO DE JULIO-AGOSTO DE LA REVISTA AGENDA DE LA EMPRESA. I+D+I: INVESTIGACIÓN, DESARROLLO E INNOVACIÓN