El término Barroco es seguramente uno de los más engañosos y ambiguos que existen, lo que hace que su historia y etimología sean muy interesantes. La palabra "barroco" no se aplicó a las artes visuales antes del siglo XVIII, ni se utilizó como término estilístico hasta 1855. Tampoco se ha podido demostrar su procedencia del portugués barroco ("perla vulgar o de forma imperfecta") y, aunque las primeras manifestaciones del arte barroco aparecieron antes del año 1600, el fin del período es más difícil de deslindar, ya que existen obras de arte dentro del siglo XVIII que pueden llamarse barrocas. Pero todas estas imprecisiones poco importan si tenemos en cuenta la trascendental aportación de un movimiento que no se caracterizó por una uniformidad de estilos bien definida, sino más bien por la encarnación de ciertas ideas, actitudes y supuestos de vigencia muy general. Aunque son muchos los que identifican el Barroco como un arte extravagante, recargado y pomposo, la realidad es otra bien distinta. El movimiento transformó y dotó a los grandes temas tradicionales -mitología, retrato y, sobre todo, arte sacro- de un nuevo contenido gracias a una visión realista, relacionada con la secularización del conocimiento y la expansión de la ciencia en el siglo XVII. Así mismo, la preocupación por el espacio consiguió la integración del real con el ficticio, con un efecto persuasivo que traslada la atención del espectador de las cosas materiales a las eternas. Más allá, la psicología barroca aporta una nueva comprensión del sufrimiento, la crueldad y la entereza, a través de la preocupación por las pasiones del alma y el interés por los estados extremos del sentimiento.

Por suerte para todos, el regreso de las vacaciones estivales nos trae también el retorno del esplendor barroco andaluz, una época majestuosa de la que Andalucía puede presumir y que hoy está más presente que nunca, gracias al programa integral Andalucía Barroca de la Junta de Andalucía, que se extenderá en los próximos meses por todas las provincias andaluzas, a través de siete exposiciones, restauraciones de inmuebles y otros elementos y de la celebración de un congreso internacional. Como grandes centros culturales, Sevilla y Granada acogerán sendas muestras complementarias.

Así, la exposición Luisa Roldán, La Roldana -primera y única mujer escultora de cámara de Carlos II y Felipe V-, en los Reales Alcázares de Sevilla hasta el 14 de octubre, se complementa con la exposición Teatro de grandezas sobre el barroco sevillano, que albergará el Hospital Real de Granada, entre el 14 de septiembre y el 30 de diciembre. De forma paralela, el Museo de Bellas Artes de Sevilla exhibirá el barroco granadino en Antigüedad y excelencia. Por su parte, El fulgor de la plata destacará el papel de los talleres de orfebrería andaluces en la Iglesia San Agustín de Córdoba, entre el 25 de septiembre y el 30 de diciembre. La importancia de las relaciones comerciales en el flujo estético del Barroco será el motivo de la muestra La imagen reflejada. Andalucía, espejo de Europa, en la Iglesia de Santa Cruz (Catedral Vieja), de Cádiz, del 27 de septiembre al 30 de diciembre. El Palacio Episcopal de Málaga acogerá Fiesta y simulacro, sobre la pervivencia de los aspectos religiosos y lúdicos de las fiestas, entre el 20 de septiembre y el 30 de diciembre. Cerrando el programa de exposiciones, la muestra itinerante Andalucía Barroca se inaugurará en Antequera el 17 de septiembre, para continuar después por otras ciudades andaluzas durante el año 2008.

La conservación y restauración – de edificios y otras joyas barrocas, como retablos y órganos musicales- es otra de las líneas de actuación del programa, que atenderá a cada provincia según sus elementos de mayor importancia patrimonial y en peor estado de conservación. En lo que respecta a la intervención integral de inmuebles, destacan la Iglesia de San Agustín, en Córdoba, y la Iglesia de Los Descalzos, en Écija (Sevilla). Entre los retablos mayores que serán restau-rados se encuentran el de Nuestra Señora de la Oliva, en Lebrija (Sevilla); o el de la Iglesia de los San-    tos Justo y Pastor, en Granada. En cuanto a la recuperación de los órganos barroca como elemento exponencial del período, destacan los de la Iglesia parroquial de Vélez Rubio (Almería) y el de Los Descalzos, de Écija (Sevilla), que una vez recuperados ofrecerán conciertos entre septiembre y diciembre. Finalmente, entre los días 17 y 21 de septiembre, Antequera albergará el Congreso Internacional Andalucía Barroca 2007, que reunirá a una amplia representación de especialistas que reflexionarán, analizarán y debatirán sobre el Barroco en Andalucía, a través de cuatro secciones: Arte, Arquitectura y Urbanismo; Historia, Economía y Demografía; Literatura, Música y Fiesta; y Ciencia.