Admitamos que la actividad humana provoca cambios en nuestro entorno. Admitamos que el cambio climático es un hecho científicamente estudiado y probado. Ya ha llovido bastante desde que, en 1992, se aprobase la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y se reconociese por parte de la comunidad internacional que este cambio en el sistema climático tiene un origen, fundamentalmente, antropogénico y que está íntimamente relacionado con las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG – Greenhouse Gases).

OSCAR ROYANOEl cambio climático y el uso que la sociedad hace de la energía están íntimamente relacionados. Esta relación se hace muy patente con unos pocos datos. Del total de los gases de efecto invernadero emitidos por el hombre, el 68% se asocia directamente a la producción y uso de energía, mientras que otras actividades como la agricultura (11%) o los procesos industriales no energéticos (7%) presentan una contribución mucho menor.

Como, además, el 80% de la energía primaria mundial tiene su origen en fuentes fósiles, esto nos lleva a que el dióxido de carbono (CO2) emitido en la producción y uso de energía suponga más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano. La senda es muy clara. Una economía basada en fuentes energéticas fósiles nos lleva, inevitablemente, a un agravamiento del problema y un incremento en la velocidad de los cambios en el sistema climático. Pero, ¿existe una relación inversa?, es decir, ¿afecta el cambio climático a la producción y uso de la energía?

La propia Agencia de Protección del Medio Ambiente estadounidense (EPA – Environmental Protection Agency) lleva tiempo analizando la afección que el cambio climático producirá y está produciendo sobre el sistema energético. El US Climate Change Science Program (CCSP) remitió al Congreso de los EE. UU. el informe titulado “Effects of Climate Change on Energy Production and Use in the U.S.” (Efectos del cambio climático en la producción y uso de energía en EE. UU.) en el que se analizan distintos posibles impactos derivados de la alteración del clima. El incremento medio de las temperaturas debido al cambio climático tiene un profundo impacto sobre la producción de energía. Las centrales eléctricas son máquinas térmicas cuyo rendimiento máximo está limitado por la diferencia de temperatura con el ambiente.

A mayor temperatura ambiente, menor rendimiento. Una reducción del 1% en la eficiencia de las centrales eléctricas significaría unas pérdidas anuales de 25.000 GWh sólo en EE. UU. Este hueco debe cubrirse de alguna manera, o bien incrementando la eficiencia con mejores sistemas de refrigeración (lo que implica inversiones para los explotadores de las centrales), o bien produciendo energía a mayor coste. Por otro lado, el cambio climático está afectando al ciclo hidrológico, provocando cambios en las precipitaciones y reduciendo los volúmenes de agua disponibles. El sistema energético hace un uso muy intensivo del agua, bien sea para cubrir las necesidades de refrigeración en las centrales térmicas o bien para la producción directa de energía en las centrales hidráulicas. Una menor disponibilidad de agua supone mayores costes en refrigeración y menos producción hidroeléctrica.

Para una economía como la española, energéticamente dependiente de las importaciones de combustibles fósiles, no poder utilizar todo el potencial hidroeléctrico (que supone casi el 20% de la potencia eléctrica instalada) se traduce, inevitablemente, en mayores costes energéticos. Incluso si no seguimos avanzando hacia una economía “low-carbon”, nuestras fuentes tradicionales de energía ya están siendo afectadas por el cambio climático, reduciendo su eficiencia e incrementando los costes de producción.

 

Oscar P. Royano Vera

Jefe de la Unidad de Apoyo

Dirección Regional de ENAIRE

Profesor del Máster de Gestión del Medio Ambiente en la empresa de EOI

 

ARTÍCULO INCLUIDO EN LA REVISTA DE OCTUBRE DE AGENDA DE LA EMPRESA.CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO. ¿QUÉ COSTES TENDRÁ EL CALENTAMIENTO GLOBAL? ¿QUÉ OPORTUNIDADES DE NEGOCIO GENERARÁ?