La Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, Hábitat III, concluyó el pasado jueves en la capital de Ecuador con la adopción de la Nueva Agenda Urbana, que define parámetros para el desarrollo sostenible de las urbes y ayuda a replantear la planificación, la administración y las acciones para el bienestar de sus ciudadanos.

Los líderes mundiales se comprometen a proveer servicios básicos para todos, a asegurar que los ciudadanos tengan acceso a oportunidades y no sufran discriminación, a mejorar el aire que se respira en esos entornos, a fortalecer la resiliencia ante los desastres y a tomar acciones para abordar el cambio climático, entre otras cosas.

El secretario general de Hábitat III, Joan Clos, subrayó que ahora está en manos de los Gobiernos y las autoridades locales implementarlo. “Todo esto requiere una coordinación entre el Gobierno nacional y el Gobierno local y requiere un compromiso y la construcción de una voluntad política de cambio. Esto es lo que pedimos a los Estados miembros, que después de esta evaluación y después del entusiasmo que la Nueva Agenda Urbana ha levantado entre la población, ahora es la hora de comprometerse y cambiar las cosas”.

En este sentido, Clos señaló que el Plan de Implementación de Quito ya ha recibido hasta el momento 36 compromisos voluntarios para poner en práctica el documento final de Hábitat III.