El consejero de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado, ha destacado que, a pesar del “innegable impacto” que ha tenido la crisis económica en todos los sectores productivos, estos últimos ocho años “no le han restado a nuestra industria eficiencia, ni productividad, ni ha frenado su diversificación”, argumentando que “ha quedado latente una capacidad de resiliencia impensable en otros ámbitos de nuestra economía”.

Durante su participación en la jornada empresarial ‘Invest in Chemicals, Invest in Andalucía’, organizada por la Junta de Andalucía y la Federación Empresarial de la Industria Química Española, en el marco del Congreso del Sector Químico Europeo, EuCheMs, Sánchez Maldonado añadió que “las cifras de facturación de la industria son similares a las que registraba antes del año 2008”.

IMG_8262En este sentido, el consejero aseguró que Andalucía “está preparada y cualificada para convertirse en el principal polo industrial del sur de Europa. El resurgir económico de la zona euro va a depender en gran medida de si conseguimos recuperar protagonismo en la industria mundial. Y para ello va a ser crucial que Europa empiece a mirar al sur, con más motivo hacia una región que está situada a las puertas de un continente con tanto potencial de desarrollo, como es África, y con unos lazos históricos excepcionales con América del Sur”, sostuvo.

A este respecto, el titular de Empleo agregó que, junto a la estratégica posición geográfica de Andalucía, sus recursos naturales “excepcionales”, sus importantes infraestructuras de comunicaciones, nodos logísticos y un mercado regional de más ocho millones de consumidores, “la región es atractiva a nivel industrial, siendo además firme la apuesta que está liderando el Gobierno andaluz por impulsar el sector secundario”.

La Comunidad Autónoma dispone de un tejido industrial manufacturero compuesto por aproximadamente 30.000 empresas, lo que la sitúa como la segunda región española con mayor tejido empresarial.

Además, Sánchez Maldonado defendió la ”buena base industrial andaluza”, compuesta, por un lado, por los llamados sectores tradicionales, como la agroalimentación, la construcción sostenible, el turismo o la minería, y, por otro, por los sectores emergentes como el biotecnológico, el aeronáutico, la industria TIC y la energética en renovables o el sector químico.

A modo de ejemplo, subrayó el potencial de la industria química, un sector pujante que, a pesar de la coyuntura de crisis, ha aumentado su cifra de negocio un 174% desde el año 2001, que suma 600 empresas, entre grandes multinacionales y pymes, y que es referente internacional por sus dos potentes polos químicos ubicados en las provincias costeras de Huelva y Cádiz.

Pilar de la economía

“Con el convencimiento de que la industria es un pilar de una economía más competitiva y sostenible, la Junta ha diseñado y activado recientemente una nueva Estrategia Industrial de Andalucía”, señaló el consejero, quien trazó como objetivo de esa hoja de ruta incrementar hasta un 18% la participación industrial en el PIB andaluz, potenciando la innovación y la competitividad.

Para ello, sostuvo el consejero, el Gobierno andaluz ha puesto a disposición de las empresas y la industria “instrumentos muy valiosos”, como los programas de incentivos a la actividad productiva y a la I+D+i “que volveremos a convocar próximamente”, apoyo público a la internacionalización, asesoramiento personalizado a la inversión e incluso incentivos dirigidos al ahorro y la eficiencia energética.