Uno de los principales objetivos de la innovación tecnológica es mejorar la eficiencia de cualquier tipo de proceso para conseguir el máximo ahorro económico. Por ello, muchas pymes han convertido la inversión tecnológica en una apuesta segura para lograr un ahorro a largo plazo: optimizan tiempo y recursos, mejoran la productividad y permiten ganar en competitividad. Eso sí, hay que saber sacarle partido.

De esta forma, los expertos de The Valley Digital Business School han querido resaltar ocho consejos para ahorrar haciendo uso de las nuevas tecnologías:

– Automatización de procesos. Existen ciertas tareas que pueden ser llevadas a cabo de un modo más eficiente por medio de herramientas innovadoras. Los beneficios de la automatización, aplicables a todos los departamentos (producción, almacenes, administración y finanzas, RRHH, comercial, marketing…), incrementan la calidad y cantidad de información, mejoran el control de la actividad y suponen un ahorro de costes por la disminución de los tiempos de desempeño y de personal especializado.

– Aprovecharse de la nube. Según numerosos estudios, la migración de gran cantidad de información a servidores basados en la nube puede conllevar un ahorro del 30% en los costes de la empresa. Además, evitan hacer frente a un alto consumo energético y los costes de mantenimiento y gestión del servidor corren a cargo del proveedor.

– Optar por herramientas y app gratuitas. Reducir costes en licencias es posible buscando versiones de programas de software a un precio inferior, e incluso de forma gratuita. Esto ayudará a ganar posiciones frente a la competencia sin la necesidad de tener que invertir tiempo y dinero en desarrollos y plataformas a medida.

– Apuesta por el marketing digital. Con pocos recursos es posible obtener grandes resultados compitiendo con todo tipo de empresas al mismo nivel, con las mismas herramientas y consiguiendo un impacto y una notoriedad, igual o incluso mayor. Permite adaptar la estrategia a cualquier dispositivo, ampliar las posibilidades de acción (email marketing, mobile marketing, promoción en RRSS, realización de concursos y eventos online…), conocer el resultado de las acciones y, lo más importante, obtener de forma precisa la rentabilidad de la inversión (ROI). También facilita la interacción y proximidad con la audiencia. Todo ello a un coste mucho menor respecto al modelo tradicional.

– Sí al e-commerce. Es uno de los principales ingredientes para que una empresa gane en competitividad. La solución del comercio electrónico permite acceder a nuevos mercados sin el coste añadido de abrir sucursales físicas. En este contexto, el análisis del Big Data juega un papel cada vez más importante, ya que favorece la optimización de la estrategia de venta, comunicación y publicidad, así como el proceso de compra, al predecir las necesidades de los clientes. De este modo, ayuda a lograr ventajas competitivas y aporta valor añadido al producto/servicio.

– Promoción del teletrabajo. El uso de tecnologías como las llamadas de voz IP, los video-chats, el correo electrónico o el software de gestión de proyectos permite realizar tareas desde localizaciones remotas. Esto se traduce no sólo en una reducción de costes en espacios físicos sino también en la disminución del absentismo laboral y el aumento de la productividad.

– Externalizar la gestión tecnológica. Representa la solución ideal para las pymes, ya que les permite disponer de los recursos tecnológicos necesarios sin realizar elevados desembolsos económicos. El llamado ‘Outsourcing tecnológico’ podría suponer, según diferentes fuentes, un ahorro en costes en tecnología de entre un 30 y un 60%. Mantenimiento de sistemas, asesoría informática, servicio de asistencia técnica o reparación de equipos son algunos de los servicios que se ofrecen a través de la externalización.