Iberdrola ha inaugurado la central de Dulces Nombres II, una planta de ciclo combinado de 300 megavatios (MW) de potencia instalada que la compañía ha construido junto a la ciudad de Monterrey, en el estado mexicano de Nuevo León, para cubrir la demanda de electricidad del creciente sector industrial de la región.

La central, que ha requerido una inversión de 250 millones de dólares, es una planta de ciclo combinado de última generación que va a tener como principal objetivo cubrir la elevada demanda del sector industrial de la región de Nuevo León, una de las zonas más importantes y con mayor crecimiento de México.

Para Ignacio Galán, la apertura de esta nueva planta, en cuya construcción han participado cerca de 1.000 personas y decenas de empresas mexicanas, es fiel reflejo del compromiso de Iberdrola con México, que dura ya más de dos décadas.

El presidente de Iberdrola ha manifestado durante la inauguración de la planta que “nunca en nuestra historia habíamos tenido en un mismo país tantas centrales en construcción y con ello queremos contribuir al intenso proceso de transformación generado por la exitosa Reforma Energética del presidente Peña Nieto”.

Primer productor privado de energía eléctrica

Con este proyecto, Iberdrola se consolida como el primer productor privado de energía eléctrica de México, con una capacidad instalada de cerca de 6.000 MW y una inversión acumulada de cerca de 5.000 millones de dólares.

Además, la compañía va a invertir en el país otros 3.000 millones de dólares en 10 nuevas instalaciones de gas y energías renovables, ya en construcción, que suman 4.000 MW adicionales, lo que situará la capacidad de la compañía en los próximos tres años en cerca de 10.000 MW.

Fruto de esta apuesta, la empresa prevé que ya en 2019 México sea el principal origen de la generación de electricidad en el Grupo, superando la producción actual de energía en España.