El coste acumulado de los recursos públicos empleados en el proceso de reestructuración bancaria se situaba, al cierre de 2015, en 60.718 millones de euros.

Según las estimaciones realizadas por el Tribunal de Cuentas, el principal componente de este coste fue el derivado de las aportaciones al capital y cuotas participativas (46.021 millones de euros).

Además, el Tribunal de Cuentas ha señalado que la estimación del coste del proceso de reestructuración no puede considerarse “definitiva, en tanto que no se encuentren finalizados todos los procesos de restructuración”.

De esta forma, “para interpretar adecuadamente el dato de coste estimado” al cierre de 2015, debe tenerse en cuenta el hecho de que ciertas operaciones realizadas con posterioridad a esa fecha, como la venta de acciones de entidades en las que el FROB aún participaba al 31 de diciembre de 2015, “pueden provocar un incremento o una disminución del citado importe”.

En referencia a los recursos públicos comprometidos en la reestructuración bancaria (importe monetario de todas las medidas de disposición o compromiso de recursos públicos adoptados por las entidades fiscalizadas en ejecución de los procesos de reestructuración) el Informe señala que, como consecuencia de las actuaciones realizadas entre 2009 y 2015, el importe ascendió a 122.122 millones de euros.