Las previsiones económicas para el año 2017 apuntan a un crecimiento global moderado de 2,7%, impulsado principalmente por la ligera mejora de los países exportadores de materias primas, cuyos productos tendrían una mayor demanda en los mercados industrializados, según se indica en un informe publicado por el Banco Mundial.

El estudio indica que se espera un repunte en las economías avanzadas de un 1,8% en 2017, pudiendo ser mayor si se registra un estímulo fiscal, mientras que el avance en los mercados emergentes y las economías en desarrollo sería de 4,2%.

Sin embargo, el organismo indicó que las previsiones son “confusas” por la incertidumbre que genera la dirección de políticas económicas en países como Estados Unidos y en la región de Europa y analiza también un menor crecimiento de las inversiones en las economías emergentes y los países en desarrollo, que representan un tercio del PIB mundial.

Esa disminución de inversiones se debe, en parte, a un ajuste de los niveles previos a la crisis mundial, pero también refleja factores que frenaron el crecimiento en esos países, entre ellos la baja de los precios del petróleo.

El economista líder del Grupo de Perspectivas Globales de Desarrollo del Banco Mundial, Carlos Arteta, detalló que, “en el caso de los países exportadores de materias primas, particularmente exportadores de energía y de petróleo, las tasas de inversión han sido bastante bajas. Para los países importadores de materias primas se ha visto una menor inversión extranjera directa y en general se ha visto el efecto de una pesada carga de deuda privada”.

En la región de América Latina, las proyecciones anuncian un avance del 1,2%. En Brasil la economía crecería a un ritmo de 0,5%, en Argentina un 2,7%, mientras que el debilitamiento de las inversiones en México, causado por la incertidumbre política en Estados Unidos, prevé una leve desaceleración del crecimiento hasta un 1,8% respecto al 2% previsto el año pasado.