La Comisión Europea prevé que, por primera vez en casi una década, las economías de todos los Estados miembros de la UE crecerán a lo largo de todo el periodo de referencia (2016, 2017 y 2018), aunque advierte que esta prospectiva “está rodeada de un grado de incertidumbre superior al habitual”.

En sus proyecciones de invierno, publicadas este lunes, la Comisión Europea pronostica un crecimiento del PIB en la zona del euro del 1,6% en 2017 y del 1,8% en 2018. Estas previsiones han sido revisadas ligeramente al alza con respecto a las de otoño (2017: 1,5%, 2018: 1,7%), “a raíz de unos resultados mejores de lo esperado en la segunda mitad de 2016 y un inicio de 2017 relativamente vigoroso”.

El crecimiento del PIB en el conjunto de la UE “debería seguir una pauta similar”, por lo que se prevé alcance el 1,8% este año y el próximo (previsiones de otoño: 2017: 1,6%, 2018: 1,8%).

Incertidumbre

La incertidumbre particularmente acentuada que rodea a estas previsiones de invierno se debe a las intenciones aún por clarificar del nuevo Gobierno de los Estados Unidos en ámbitos clave de intervención, así como a las numerosas elecciones que han de celebrarse en Europa este año y a las próximas negociaciones del artículo 50 con el Reino Unido.

34574111El balance de los riesgos se sigue inclinando a la baja, aunque han aumentado los riesgos tanto al alza como a la baja. A corto plazo, la adopción de medidas de estímulo presupuestario en los Estados Unidos podría tener un impacto mayor del previsto en el crecimiento.

A medio plazo, los riesgos para las perspectivas de crecimiento se derivan de las secuelas de la reciente crisis; el voto del Reino Unido para salir de la Unión Europea; posibles perturbaciones del comercio; un endurecimiento más rápido de la política monetaria de los Estados Unidos, que podría tener una influencia negativa en las economías de mercado emergentes, y las consecuencias potenciales del elevado y creciente endeudamiento de China.

Repunte de la inflación

La inflación en la zona del euro ha repuntado recientemente tras el aumento de los precios de la energía, anteriormente en fase de descenso. Se prevé actualmente que, tras conocer tasas muy bajas en los dos últimos años, la inflación aumente este año y el próximo, aunque sin llegar a alcanzar los niveles de objetivo “inferiores pero próximos al 2% a medio plazo” con los que se define la estabilidad de los precios.

Las previsiones relativas a la inflación subyacente, de la que se excluyen por su volatilidad los precios de la energía y los alimentos, solo indican un aumento gradual. En términos generales, se espera que la inflación en la zona del euro aumente del 0,2% de 2016 a un 1,7% en 2017 y un 1,4% en 2018. Los pronósticos relativos a la UE indican un aumento de la inflación hasta el 1,8% en 2017 y el 1,7% en 2018, a partir del 0,3% de 2016.

Crecimiento sostenido del empleo 

Se prevé que el crecimiento del empleo se mantenga relativamente estable, aunque en 2017 y 2018 gozará de un dinamismo algo menor que el pasado año.

Conforme a las previsiones, la tasa de desempleo en la zona del euro seguirá disminuyendo y pasará del 10 % de 2016 al 9,6% este año y al 9,1% en 2018. Los pronósticos relativos a la UE en su conjunto apuntan a una disminución del desempleo al 8,1% este año y al 7,8% en 2018 a partir del 8,5% de 2016. Estas son las cifras de desempleo más bajas desde 2009, “no obstante lo cual se mantienen en niveles superiores a los previos a la crisis”.