El banco andaluz de cajas acaba de superar su último trámite y quedará constituido en pocos días. El proyecto logra así la luz verde tras autorizar el Ministerio de Economía y Hacienda, a través de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera, la modificación de los estatutos del Banco Europeo de Finanzas (BEF). En esta entidad, propiedad de Unicaja, se integrarán las otras cinco cajas andaluzas para impulsar proyectos de cooperación que sobrepasen la dimensión individual de cada marca.

La autorización de Economía era el último paso legal que restaba después de que la operación recibiera la aprobación del Banco de España, según informó ayer Unicaja en un comunicado.

El nuevo BEF, cuya sede social ha sido ya trasladada a Málaga, nace con unos fondos propios de 90 millones de euros, que las seis entidades prevén ampliar a 120 millones en cuanto se formalice la entrada de Cajasur, El Monte, Caja Granada, Caja San Fernando y Caja Jaén. Tras la fusión de las dos cajas sevillanas, Cajasol igualará a Unicaja con el 33% del capital del proyecto, mientras que el resto de entidades sumarán cada una un 16,5%, salvo Jaén, que tendrá un 1%.

La escasa capitalización del banco, muy por debajo de la cartera industrial de las cajas más pequeñas, y las limitaciones impuestas por el Banco de España para controlar el riesgo recortan sustancialmente las pretensiones iniciales del BEF, que se anunció como un banco industrial respaldado por la Junta para la entrada de las cajas en grandes proyectos. Una de sus prioridades será lograr las cuentas de tesorería de la Junta.