Telefónica obtuvo un beneficio neto de 2.369 millones de euros en 2016 frente a los 616 millones de euros que ganó en 2015, considerando los impactos no recurrentes registrados en el ejercicio –fundamentalmente gastos de reestructuración, plusvalías y bajas de fondo de comercio.

Según ha explicado la compañía, excluyendo estos factores, el beneficio neto subyacente se situó en 4.038 millones de euros, un 4,8% más interanual.

Destaca igualmente el flujo de caja, un total de 2.055 millones de euros en el trimestre y 4.370 millones de euros en el conjunto del ejercicio (+24,4% interanual). La deuda neta, por otra parte, se reduce 998 millones de euros en el trimestre y se sitúa en 48.595 millones de euros a diciembre, de tal forma que ambos conceptos, una generación de caja sólida y el consiguiente desapalancamiento orgánico, se mantienen como pilares estratégicos de la compañía.

Por su parte, los ingresos han crecido el 1,3% orgánico (2,7% en el trimestre), hasta 52.036 millones de euros, destacando especialmente los ingresos de servicio, que aceleran su crecimiento interanual trimestral al 3,7%.

El OIBDA, aunque afectado por los mencionados factores extraordinarios, “ha acelerado significativamente” su crecimiento en el trimestre, hasta 4 veces en términos reportados con respecto al obtenido en el último trimestre de 2015, y un 9,4% más en términos orgánicos.

El crecimiento orgánico del conjunto del año es del 4,7%, hasta 15.118 millones de euros y en términos subyacentes, alcanza 16.519 millones de euros.

Además, Telefónica ha anunciado sus objetivos para 2017 y ha confirmado la remuneración al accionista, de tal forma que el segundo tramo del dividendo 2016 (0,20 euros por acción en efectivo) se pagará el segundo trimestre de 2017; y el dividendo correspondiente a 2017 (0,40 euros por acción en efectivo) pagadero en el cuarto trimestre de 2017 (0,20 euros por acción) y en el segundo trimestre de 2018 (0,20 euros por acción).