Indra ha firmado un acuerdo marco con el Proveedor de Servicios de Navegación Aérea sueco Luftfartsverket (LFV) para suministrar radares secundarios y radares primarios 3D de largo alcance con los que reforzar la vigilancia y seguridad del tráfico aéreo del país. El primer pedido asignado contempla un volumen de contratación de más de diez millones de euros.

Como parte del acuerdo, Indra suministrará servicios de mantenimiento a LFV para los próximos quince años asegurando la operación de los radares durante todo su ciclo de vida.

Tradicionalmente, los servicios de vigilancia aérea se apoyan en radares secundarios que interrogan a las aeronaves y recogen los datos que estas envían sobre su altura, posición, velocidad e identificación. Esta vigilancia se refuerza en ciertas áreas con radares bidimensionales (2D), que son capaces de detectar aeronaves sin su cooperación, sin necesidad de que éstas envíen datos, pero que sin embargo no ofrecen información sobre la altura a la que vuelan.

Los radares 3D, como los que Indra suministrará a LFV, determinan la información de altitud sin colaboración de la aeronave. El aporte de esta información de altitud es de gran ayuda al controlador para separar las aeronaves en vuelo en distintas cotas y garantizar la máxima seguridad en la gestión de las operaciones, aún con aeronaves no colaborativas.

Asimismo, el empleo de la banda L de frecuencias, empleada por estos sistemas les permiten operar en las condiciones climatológicas más adversas, alcanzando una mayor distancia de detección y elevando la cobertura radar. Todo ello mejora la gestión de los vuelos, evita que se produzcan retrasos y que el mal tiempo provoque que algunas rutas no se puedan utilizar, congestionando las rutas alternativas.