El Banco Central Europeo (BCE) confirmó ayer la esperada subida de los tipos de interés en un cuarto de punto, para situarlos en el 3,25%, y además volvió a dar muestras de su intención de realizar un nuevo incremento, hasta el 3,5% antes de que finalice el año. En concreto, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, precisó que los tipos de interés «siguen bajos» y afirmó que la autoridad monetaria «hará lo necesario para lograr la estabilidad de precios».

La última vez que la autoridad monetaria europea situó el precio del dinero en el 3,25% fue en noviembre de 2001, y mantuvo esa cifra exactamente un año. En aquel momento, el BCE estaba realizando una política acomodaticia a la baja desde el nivel del 4,75% que se había alcanzado a finales del año 2000, y que concluyó en el verano de 2003, dejándolos en el 2%.

La incógnita está ahora en saber qué ocurrirá en 2007, porque de las palabras pronunciadas por Trichet, puede interpretarse cualquier futura decisión. Así, justificó la subida de ayer al señalar que «refleja riesgos alcistas para los precios a medio plazo», puesto que, según sus previsiones «la inflación seguirá alta en 2006 y en 2007».

En este sentido, y ya de cara al próximo año, volvió a insistir una vez más en que la política monetaria del BCE sigue siendo «acomodaticia», en un intento de justificar posibles nuevas subidas, pero también dejó entrever un estancamiento de los tipos cuando señaló que si se cumplen las expectativas se procedería a una «retirada progresiva» de la actual estrategia.

Respecto a la evolución de la economía europea, Trichet recordó que el crecimiento de la economía de la zona euro en el segundo trimestre con respecto al trimestre anterior fue del 0,9%, lo que supone una aceleración de la media del 0,7% marcada en los cuatro últimos trimestres. «Después de todo, la recuperación económica parece ahora más fuerte que lo que ofrecían los datos anteriores», señaló, al tiempo que destacó la tendencia decreciente del desempleo y la mayor demanda interna, informa Ep.