CaixaBank obtuvo en el primer trimestre de 2017 un beneficio atribuido de 403 millones de euros, un 47,9% con respecto al mismo periodo de 2016, debido a la consolidación por integración global de los resultados de BPI desde febrero, que impacta en los principales epígrafes de la cuenta de resultados. 
Así, incorpora 2 millones de clientes, 34.037 millones recursos de clientes y 23.328 millones de crédito a la clientela bruto. Además, ha registrado un volumen de negocio de 564.000 millones y 15,8 millones de clientes.
La actividad comercial permite una elevada capacidad de generar ingresos (1.893 millones de margen bruto), y también se ha visto reforzada por la incorporación de BPI, que ha impulsado el crecimiento del margen de intereses hasta el 13,1%, los ingresos por comisiones hasta el 20,3%, y los créditos sobre clientes brutos y los recursos de clientes en un 11,3% y un 11,2%, respectivamente.
Con respecto a la rentabilidad del Grupo, mejora en el trimestre 65 puntos básicos y se sitúa en el 6,2% (3,7% en el primer trimestre de 2016), mientras que el ROTE del negocio bancario y asegurador alcanza el 9% y un resultado de 557 millones.
El margen de intereses aumenta un 6,3%, esencialmente por la gestión de la actividad minorista. Mientras que el margen de explotación es de 792 millones de euros (-13,8%) y su evolución está impactada esencialmente por la menor generación de ingresos derivados de activos financieros.
Finalmente, la ratio de morosidad del Grupo CaixaBank se sitúa en el 6,7%, (6,9% a 31 de diciembre 2016) tras incorporar BPIM; y la ratio de cobertura de la cartera dudosa mejora hasta el 49% (a cierre de 2016 se situaba en el 47%).
