El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, afirmó ayer que la economía española cerrará el ejercicio 2005 con un crecimiento del 3,4%, que consideró elevado, aunque señaló que para que esta expansión se consolide en el futuro es necesario que la política económica «atienda adecuadamente a los desequilibrios que se han ido generando» y que favorezca la moderación de la demanda y la flexibilidad de la oferta.

Caruana, en su intervención en el III Congreso de Economía, en Valencia, explicó que la economía española se caracteriza por un «notable dinamismo, muy superior al de la zona euro», pero de «escasa productividad y retraso en la aplicación de las nuevas tecnologías». Además, apuntó que los precios de exportación, que son fijados por la presión de la competencia exterior, recortan los márgenes empresariales «y pueden poner en peligro la sostenibilidad de las actividad exportadora».