Transformación digital desde el cielo
Una historia que comienza en defensa
El concepto del dron nace de la necesidad de dirigir dispositivos de manera no tripulada. Los primeros usos fueron del sector de la defensa para el reconocimiento de zonas de combate o para el disparo remoto de armas. Una referencia muy interesante fue la patente de Tesla de 1898, a través de la cual telecontrolaba un submarino eléctrico, y todavía estábamos en el siglo XIX. Es un predecesor en lo que se refiere a la comunicación entre el móvil no tripulado y el controlador. El concepto moderno surge del UAV, ‘Unmanned Airborne Vehicle’, o vehículo aéreo no tripulado, que tiene sus orígenes a mediados del siglo XX con la aparición de muchas tecnologías facilitadoras del desarrollo efectivo de este tipo de soluciones.
Corría el año 1995 cuando tuve la oportunidad de trabajar en un proyecto con el INTA del primer prototipo de UAV. Se trataba de hacer un estudio de viabilidad de un pequeño avión no tripulado conectado de forma continua con una estación base por primera vez en España. La estación de seguimiento, el link de comunicaciones, los sistemas de control, las cargas útiles… todo era nuevo. En esos años, el GPS comenzaba a usarse y los sistemas de comunicaciones eran delicados. No se había desplegado Internet, aunque ya existían los protocolos necesarios, y muchas de las tecnologías de la sensórica no se habían desarrollado, como por ejemplo, los acelerómetros y otros equipos de navegación que, aun existiendo, eran muy pesados y caros.
Hasta hace unos pocos años, fue el mercado de la defensa el que ha procurado la mayoría de los avances necesarios para disponer de tecnología suficiente y barata. Esta tecnología se ha transferido, en incluso invertido (uso del OTS – Off the Shelf), haciendo que los dispositivos desarrollados para los mercados civiles, exceptuando obviamente el armamento, tengan muchísima más fiabilidad al disponer de mayores fondos de I+D+i por la replicabilidad doméstica, lo que hace que sean adquiridos o incorporados en sistemas militares.
Finalmente, el nombre UAV se ha transformado en el de dron, dando paso a una de las tecnologías más disruptivas que existen que está alterando muchas industrias y mercados. Vamos a analizar estos nuevos usos de los drones en este especial de Agenda de la Empresa.
Aplicaciones militares
En un principio, los UAVs militares eran usados como blancos o como señuelos que simulan obejetivos de misiles y otras armas, imitando el comportamiento de los móviles enemigos, un uso que todavía se da, como podemos ver en múltiples espacios reservados de tiro.
Cuando la tecnología de visión estuvo más desarrollada, comenzó el uso para el reconocimiento de área a defender o a atacar sin que se produjeran bajas humanas en estas peligrosas tareas en un teatro de operaciones. Lo que dio paso a incorporar como carga útil (del payload inglés), armamento, con lo que los UAVs comenzaron a realizar misiones de combate directamente.
Otros usos en el mercado de defensa están en el campo de la logística, dado que ayudan tanto a la planificación como al propio transporte a zonas en las que la accesibilidad no es buena o para la toma de decisiones sobre rutas óptimas.
Seguridad y emergencias
También iniciado en el campo de la defensa, uno de los usos que pasaron al sector civil fue el empleo para el soporte de operaciones de diferentes cuerpos de seguridad como pueden ser la policía, los bomberos, las ambulancias y/o la seguridad civil. Los drones son muy estimados para rescate en zonas de difícil acceso, donde ya han salvado muchas vidas.
Son usados ya para los casos de secuestros, de amenazas de bomba, localización de criminales armados, en la lucha contra el tráfico de drogas, control de actividades ilegales, para la vigilancia de fronteras y de costas, manifestaciones, grandes eventos y un largo etcétera de situaciones en las que la visión o el acceso a zonas sin riesgo de pérdida de vidas humanas los hacen inapreciables.
También en el caso de los desastres naturales, donde la mano del hombre no ha intervenido, se usan para atender a la población afectada. Surge un campo de uso en la monitorización y análisis de situaciones de crisis, integrándose como un sensor más de los centros de coordinación. Se convierten también en fieles servidores para el suministro de material y comida en el caso de catástrofes.
Urbanismo y ordenación del territorio
La captura de imágenes aéreas, de vídeo o el escaneo por láser son funciones específicas que sólo los drones pueden realizar para las administraciones gestoras de activos, equipamientos e infraestructuras.
La monitorización de obras e inversiones, de inventario de activos, el Análisis del estado de los activos y la gestión del mantenimiento de los mismos, se hace hoy día con drones.
La fotogrametría digital, la modelización del terreno, la detección de cambios, la extracción de características, son otras múltiples aplicaciones que implica el uso de sistemas de información geográfica, la gestión de activos y la monitorización del terreno por drones con la carga útil apropiada para estas misiones.
Medioambiente
Si equipamos al dron con una carga útil de sensores atmosféricos, podemos realizar análisis del estado de la atmósfera de una manera rápida sobre los espacios que nos interese en posición, como también en altura, lo que le es muy difícil a un sensor que está enclavado en tierra.
La captura de imagen aérea, la captura de vídeo y el escaneo láser también se está aplicando a la investigación para la conservación de los espacios naturales.
También encontramos usos de los drones en el área de la meteorología o de la astronomía, siempre que los equipemos con la carga útil adecuada a la misión que nos interese en cada caso.
Agricultura y ganadería
Desde la medición de los niveles de hidratación de la tierra, los niveles de nitrógenos, el control de plagas, se pueden dar respuestas mucho más rápidas que por los medios convencionales de inspección. Esto, ligado a programas que ligan estos datos, puede a llegar a hacer estimaciones de la rentabilidad de las cosechas.
Se usan como elemento base de la agricultura de precisión, que permite que las dosificaciones de cualquier elemento necesario para el cultivo se pueda reducir al dosificarlo por zonas, ahorrando en muchos casos hasta un 40% del coste. La rentabilidad se estima que puede aumentar en un 15%, aunque esto es una cifra muy variable en función del tipo de tierra y de cultivo.
En ganadería también se está usando para monitorizar a las reses con el objetivo de prevenir enfermedades.
Y, sobre el terreno, son capaces de realizar levantamientos topográficos en tiempos muy por debajo de lo que lleva hacerlo por otros métodos.
Despliegue rápido de redes de comunicaciones
Otro de los interesantes usos de los UAV es la distribución de la señal de Internet a núcleos de población que, por motivos varios, pueden haber sido desprovistos de este tipo de comunicaciones. Se empiezan a usar en zonas despobladas donde el despliegue de redes por parte de las operdoras no es rentable y es necesario que, por inversiones públicas, se hagan este tipo de coberturas.
También se están usando para inspeccionar las redes actuales en sus diferentes tipos de infraestructuras.
Cuando se sincronizan decenas o centenas de drones en el aire y se les dota de efectos de luminotecnia, los efectos que se consiguen son francamente impactantes, como hemos podido ver este año en la Super Bowl. El uso en ocio es cada vez más habitual, tanto para realizar espectáculos, como también en las competiciones que empiezan a surgir en muchos eventos.
Sanidad
La distribución de productos farmacéuticas en zonas de difícil acceso se solventa gracias a la posibilidad de dirigir al dron a la posición geográfica que queramos por la ruta que decidamos. Esto hace posible que no sea necesario tener línea de vista ni tener que dirigir al dron que, en muchos casos, tiene capacidad de decisión para eliminar los obstáculos por sensores de navegación que llevan incorporados, así como mapas de la orografía, de forma que pueden hacer una navegación segura.
Hacienda
Aunque no sea la aplicación que más nos pueda atraer, la inspección desde el cielo de las fincas de cualquier tipo, así como el desarrollo de actividad en las mismas, se está utilizando para constrastar si la misma tiene al día el impuesto que le corresponda en cada caso, evitando el fraude que actualmente sufrimos.
Movilidad y tráfico
No muy extendido actualmente, pero veremos en breve cómo los drones comienzan a monitorizar la situación del tráfico en zonas tanto urbanas como interurbanas. El movimiento de personas es otro factor importante que interactúa con la necesidad de regulación de la movilidad de una ciudad. Se trata de un complemento a los sensores que existen hoy día con la característica de no estar atado a una posición física determinada, por lo que es posible desplegarlo en la zona de conflicto y tener información en tiempo real de lo que ocurre, agilizando la toma de decisiones por parte de las administraciones competentes.
Conclusión
El uso de los drones no parece tener límite y surgen cada día nuevas aplicaciones que hacen la vida más segura y eficiente. Hay una industria floreciente y el número de empresas que lo integran es cada vez mayor.
Es necesaria una regulación que haga que esta tecnología sea de uso sencillo y seguro para la población, evitando conflictos con otros medios de trasporte.
Estamos ante una de las disrupciones más interesantes, que aunque se ha gestado en decenas de años, ya la tenemos disponible para su explotación masiva.
Adolfo Borrero Villalón
Presidente de la Alianza Inercia y de las Comisiones de Smartcities de CEOE y de AMETIC