Las autoridades chinas y europeas no lograron ayer ningún acuerdo en la negociación abierta para ampliar los cupos establecidos sobre diez categorías de productos, cuyas exportaciones sólo podían aumentar entre un 8 y un 12,5% con respecto a 2004.

La avalancha de pedidos desde los países europeos ha provocado que más de 75 millones de prendas se encuentren retenidas en las aduanas del Viejo Continente, puesto que seis tipos de productos ya han superado los límites marcados para todo el año.

Para solventar esta crisis, que ha enfrentado a los miembros de la UE productores (España, Francia, Italia y Portugal) con los importadores (Alemania, Holanda y Dinamarca), Bruselas plantea tres alternativas que persiguen desbloquear las prendas paralizadas y evitar desabastecimientos.

La primera consiste en adelantar los cupos previstos para el próximo año, a lo que se opone Pekín. Otra opción sería emplear cuotas de otros productos cuyas ventas no han crecido tanto como las que ya han rebasado sus márgenes. Por último, se podría permitir la entrada de las prendas solicitadas antes del 12 de julio, cuando entró en vigor el pacto alcanzado entre Pekín y Bruselas.