Los costes laborales en España, con un gasto medio anual de 29.176 euros por trabajador, son de los más bajos de la Unión Europea de los 15 Estados (UE–15), si bien triplican y en algunos casos hasta multiplican por siete los que presentan los países de la ampliación, según un estudio elaborado por Mercer.

El informe concluye que los países de la Europa occidental que forman parte de la UE tienen unos costes de mano de obra cuatro veces superiores a los de los países del Este. La diferencia entre unos y otros es tan grande, que los costes de los países más caros son hasta diez veces superiores a los de los países más baratos.

España se sitúa por encima de la media europea, establecida en 28.269 euros, y en el puesto undécimo dentro de los 25 países de la UE. Sus costes laborales (que incluyen el salario medio, la Seguridad Social y los beneficios extra salariales) son de los más baratos en la antigua UE, pero se disparan en comparación con los de los países que se incorporaron a la Unión el 1 de mayo de 2004.

Así, frente a unos costes en España de 29.176 euros por trabajador y año, Eslovenia presenta un gasto de 18.765 euros, cantidad que desciende a 9.946 euros en Hungría, a 9.540 euros en la República Checa, a 8.257 euros en Polonia, a 7.621 euros en Estonia, a 6.541 euros en Eslovaquia, a 5.649 euros en Lituania, y a 4.752 euros en Letonia, el país de la UE con los costes laborales más bajos.

En relación con la UE–15, España se encuentra entre los cinco países más baratos. De hecho, los costes laborales sólo son más bajos en Portugal (18.889 euros), Grecia (25.944 euros), Finlandia (26.191 euros) y Austria (28.612 euros). Según Mercer, los costes laborales de la UE son inferiores en un 15 por ciento a los de Estados Unidos.