Tanto las energías renovables como las que utilizan otro tipo de fuentes pueden promover procesos de innovación que garanticen una gestión eficiente de sus productos o servicios

La digitalización es un tren imparable de estos tiempos. Según datos del último ‘Informe Anual del Sector TIC y de los Contenidos Digitales en España’, elaborado por el ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI), durante el último año, un 77% de los españoles utilizaron regularmente Internet, mientras que en 2009 esta cifra se situó alrededor del 54%. Incluso en los sectores desfavorecidos de nuestra sociedad, la digitalización no interrumpe su avance: mientras un 35% hacía uso de Internet en 2009, para el año 2016 este registro abarcó a más de la mitad de la población, situándose en un 63%.

Lo digital penetra también en la economía afectando la calidad de los servicios brindados a los consumidores y, por consiguiente, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos. En el entorno de la economía digital, el término Internet of Things ha abierto puertas junto a otros conceptos, como Big Data o Cloud Computing, para pensar en mejores modos de gestión de los servicios y plantear soluciones innovadoras que mejoren los rendimientos de las empresas, tal y como venimos defendiendo desde hace tiempo en Eticom.

Especial rodriguez-del-estal-eticomUno de los sectores con avances y oportunidades en esta materia es el de la energía. La experiencia demuestra que se ha logrado proponer soluciones innovadoras en el sector y que permitieron satisfacer necesidades tanto empresariales como ciudadanas. El análisis avanzado de datos y su transformación en valor permitió abrir nuevas oportunidades para la gestión de la energía, provocando mejoras en el rendimiento de las plantas, generadores, centrales y turbinas, y reducir los costes de la energía.

Bajo la perspectiva de Eticom, consideramos que con la digitalización de la información se procede, inevitablemente, a un avance tecnológico de mayor envergadura que desemboca en la mejora de la calidad del producto o servicio. En esta línea, hay que considerar la resolución de incidencias a raíz de vías de comunicación como las redes sociales, en las que empresas energéticas tienen un perfil exclusivo para la atención al cliente.

La eficiencia energética también tiene un papel fundamental para la rentabilidad corporativa y la preservación del medioambiente. Procedo de una tierra tan rica en naturaleza como Andalucía. Considero que las innovaciones en esta materia pueden suponer beneficios medioambientales para favorecer a toda la sociedad. Es lo que buscamos proponer a nuestros asociados. Tanto las energías renovables como las que utilizan otro tipo de fuentes pueden promover procesos de innovación que garanticen una gestión eficiente de sus productos o servicios.

En este marco, la digitalización de la energía se integra con otra idea asociada a plantear una mejora en la calidad de vida de las ciudades. De este modo, el concepto de Smart Cities nos ayuda, como herramienta teórica y como norte estratégico, para pensar una vida mejor en la urbanidad: donde los ciudadanos estemos tranquilos, en un entorno saludable, con infraestructuras ecoeficientes e integrados a una ciudad que se encuentre regida por un desarrollo sostenible. En definitiva, la calidad de vida puede aumentar a través de lo digital. Las innovaciones en el sector energético son vitales para favorecer al desarrollo socioeconómico de Andalucía, en un ambiente más saludable para todos.

 

Fernando Rodríguez del Estal

Presidente de Eticom

 

ARTÍCULO INCLUIDO EN EL ESPECIAL ‘DIGITALIZACIÓN DE LA ENERGÍA’ DEL NÚMERO DE JUNIO DE AGENDA DE LA EMPRESA