Fernando Cruz-Conde Suárez de Tangil, sacerdote, canónigo del Cabildo Catedralicio de Córdoba (entidad fundadora de Cajasur) y administrador de la Diócesis, tiene todas las papeletas para convertirse en el futuro presidente de la caja de ahorros cordobesa, tras el anuncio de Miguel Castillejo del pasado sábado en el que ponía su cargo a disposición del obispo Juan José Asenjo tras más de 32 años en la Caja (26 al frente de ella).

Tras este anuncio, Castillejo tendrá que presentar formalmente su renuncia al obispo, al igual que otros tres canónigos patronos-fundadores que ocupan el consejo de administración y que superan los 75 años, edad que Asenjo ha puesto como límite en los nuevos estatutos del Cabildo para aquellos sacerdotes con atribuciones en la provincia. Así, y según fuentes eclesiásticas, «en las próximas semanas» podría hacerse oficial la salida de Castillejo así como los nombres de los cuatro canónigos que ingresarán en la entidad de entre los que saldrá el futuro presidente.

Aunque no hay confirmación oficial sobre este nombre, todos los círculos apuntan a él como hombre de confianza del prelado cordobés, conocedor de Cajasur (es consejero general actualmente), pertenece a una familia clave en la historia local y está bien visto por el propio Miguel Castillejo. La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU), se deshacía ayer en elogios al sacerdote considerándole una persona «extraordinaria y de gran preparación».

Los nuevos estatutos aprobados el sábado aumentan el control interno y abren la puerta a representantes de la Junta de Andalucía y la Diputación (entidad cofundadora), que tendrá la vicepresidencia ejecutiva. La Iglesia pondrá al presidente, que ve mermadas sus competencias. El 30 de noviembre es la fecha tope pactada para reestructurar la entidad.