Once edificios públicos están instalando por primera vez en un año 1.045 kilovatios de energías renovables, lo que supone más de 10.000 metros cuadrados de placas solares encima de hospitales, depuradoras, polideportivos y residencias, entre otros.
Estas actuaciones responden a la aplicación del nuevo contrato de suministro eléctrico diseñado por la Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad, para que toda la energía que compre el Govern de les Illes Balears sea de origen renovable.
El objetivo de este contrato, en vigor desde el pasado 1 de enero, es que los edificios públicos empiecen a auto-abastecer una parte de la energía que necesitan para su funcionamiento. Además, se puede ahorrar la emisión de hasta 190.000 toneladas de CO2 al año, una mejora muy importante en términos medioambientales.
Entre 2012 y 2016 sólo se instalaron en Baleares unos 1.000 kilovatios de energías renovables, la misma capacidad que se ha puesto en el último año. A esta cifra se tienen que sumar las nuevas dotaciones fotovoltaicas que se han instalado en otros lugares gracias a las ayudas que la Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad ha dado mediante convocatorias a particulares, empresas y administraciones. Precisamente, todavía permanece abierta la línea de subvenciones a las administraciones por un valor de 1.200.00 euros.