En España, en la Unión Europea, el mundo rural tiene futuro, tiene un interesante futuro. Y este pasa por la incorporación de la tecnología a su quehacer cotidiano. El bienestar, el disfrute de servicios, el óptimo empleo de los recursos, la rentabilidad, el adecuado nivel de vida son factores que determinarán el mantenimiento de la población rural. O mejor dicho el mantenimiento de la población en el medio rural; aunque esta sea de origen urbano en busca del modo de vida, con menores costes y más cercano a la naturaleza, que proporcionan los entornos de nuestros pueblos.

En el medio rural es donde se generan muchos bienes y servicios de los que disfruta hoy nuestra sociedad, desde los alimentos hasta el paisaje, pasando por la calidad del agua o el fundamento de nuestra propia base cultural. Y los ingenieros agrónomos, como integrantes y como profesionales de los sectores relacionados, estamos concernidos en el desarrollo de ese mundo.

La UE promueve, desde hace tiempo, la convergencia entre las regiones de Europa y destina importantes fondos para incentivar el Desarrollo Rural. Todos los actores implicados, empezando por los responsables públicos, debemos aprovechar la oportunidad porque esta es una situación con fecha de caducidad.

En Andalucía está abierto el camino, se acuñó el término Smart Agro, y se están incorporando tecnologías inteligentes a la agricultura, la ganadería, el medio ambiente, el desarrollo de las infraestructuras, etc. Pero queda casi todo el camino por recorrer. Son los primeros pasos. Las primeras experiencias.

Queda mucha tecnología por aplicar, mucha más por desarrollar.

Queda mucha gente por incorporar.

Quedan muchos esfuerzos por aunar.

Hay muchos esfuerzos e iniciativas dispersos, sobre todo en divulgación. También hay muchos esfuerzos y mucho trabajo desarrollándose detrás del escenario, muchos profesionales investigando, ensayando, aplicando conocimiento a la mejora de los sectores en cuestión, tanto desde la empresa privada como desde instituciones públicas. Esto proporcionará resultados a corto y medio plazo y supondrá mejoras evidentes del sistema.

El sector agroalimentario en España crea cada vez más riqueza, sobre todo en el medio rural, y es más competitivo en los mercados internacionales. Según la ministra de Agricultura, e ingeniera agrónoma, Isabel García Tejerina, en 2016 la producción agraria alcanzó los 46.807 millones de euros, lo que constituye su récord histórico, mientras que la renta agraria se incrementaba en un 6,9%, alcanzando los 25.688 millones de euros, lo que supone casi un 15% más que en el año 2011. Además, a día de hoy, el sector agroalimentario representa el 10% del PIB nacional. 2016 se cerró con un volumen de 46.800 millones de euros en exportación, récord histórico, lo que supone un 42% más que en 2011. Es el segundo sector exportador en importancia en España. Dentro de la actividad industrial nacional, la de alimentación y bebidas es la primera rama manufacturera, al igual que ocurre en Europa, con un 20% de cuota de actividad. Según datos del INE.

Se trata de un comercio que tiene el fundamento de su producción en el medio rural. En octubre de 2018 celebraremos un congreso nacional de ingenieros agrónomos en Córdoba en el que se tratarán los retos tecnológicos, la innovación y las apuestas de futuro en ingeniería agroalimentaria y medio rural.

Por otro lado, la asociación superior de ingeniería de Andalucía, ASIAN, ha presentado 50 medidas para transformar Andalucía. Todo ello enmarcado en el conocimiento que los profesionales del sector y de la ingeniería queremos aportar a la mejora de nuestra sociedad. Hay que concentrar esfuerzos, divulgar y transferir el conocimiento a los usuarios, tener la máxima transparencia ante los consumidores, facilitar la actividad a las empresas desde la administración pública, generar un ambiente propicio a la innovación y a la iniciativa, a la calidad y la excelencia, crear seguridad a todos los actores y, en definitiva, favorecer el desarrollo de una actividad que se está demostrando viva, en crecimiento, con valor añadido y capaz de premiar los esfuerzos que se hagan.

 

Jerónimo Cejudo Galán

Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía

Vicepresidente de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos

Secretario de la Asociación Superior de Ingeniería de Andalucía

 

Artículo incluido en el número de octubre de Agenda de la Empresa