El Gobierno ha rebajado en tres décimas, del 2,6% al 2,3%, su previsión de crecimiento económico para 2018.

Esta bajada se debe, según el plan presupuestario remitido a Bruselas, a la incertidumbre asociada a la situación en Cataluña, la moderación del ciclo económico y la ausencia de Presupuestos Generales del Estado.

Además, el Ejecutivo ha elevado en una décima, del 2,2% al 2,3%, su estimación de déficit público para el próximo año.