En el marco de la investigación anti-subvenciones contra la aceituna negra de mesa española, el Departamento de Comercio de Estados Unidos ha adoptado la decisión provisional de considerar que las ayudas recibidas por los productores bajo la Política Agraria Comunitaria (PAC) constituyen subvenciones sujetas a medidas compensatorias que perjudican a sus competidores estadounidenses. Así, ha impuesto un derecho arancelario compensatorio provisional del 4,47%.
Sin embargo, según han señalado desde Asemesa, las ayudas de la PAC recibidas por los productores españoles cumplen estrictamente con la normativa de la Unión Europea (UE) y de la Organización Mundial de Comercio (OMC). En este sentido, las ayudas de la PAC a los productores españoles no están específicamente dirigidas a la industria de la aceituna, sino a todo el sector agrícola europeo.
“Concretamente, las ayudas de la PAC a productores de aceituna españoles son igualmente otorgadas a cualquier agricultor o proyecto de desarrollo rural dentro de la UE. Y como tales, no pueden ser objeto de medidas compensatorias”, apuntan.
Antonio de Mora, secretario general de Asemesa, ha señalado que “más allá de nuestro desacuerdo, nuestra preocupación pasa también por la falta de proporcionalidad de que está adoleciendo la investigación del Departamento de Comercio. La carga impuesta por el Departamento de Comercio a las empresas seleccionadas en la investigación y sus proveedores de aceituna en los últimos meses está excediendo el límite de lo razonable. Este proceso amenaza con poner en cuestión de forma injusta y arbitraria la totalidad de los programas europeos de apoyo a la agricultura, afectando gravemente a todos los beneficiarios de subvenciones de la PAC, desde los agricultores de trigo en Francia hasta los productores de leche polacos”.
“Estas medidas nos hacen menos competitivos frente a otros países productores como Egipto, Marruecos y Turquía, que no se verán afectados por estas medidas y podrán ganar posiciones en el mercado”, lamenta.
Las empresas seleccionadas para la investigación han estado dedicadas, durante los últimos cuatro meses, a recopilar ingentes cantidades de información y a proporcionar respuestas a extensos cuestionarios, “muchas veces arbitrarios, en plazos irrazonablemente breves”.
“A pesar de las dificultades, estas mismas empresas han cooperado en todo momento y han reaccionado a los requerimientos del Departamento de Comercio con diligencia, si bien temen que la investigación no se esté desarrollando de manera justa sino que esté más bien condicionada por la ola de proteccionismo en EE. UU”, apunta.
Esta medida preliminar entrará en vigor cuando se publique en el boletín oficial de EE. UU., en una semana aproximadamente.