feb2017_020El Museo Ruso de Málaga acoge hasta el 21 de enero la muestra ‘Carteles de la Revolución’, que rinde homenaje al cartelismo de los primeros años de poder soviético, uno de los fenómenos artísticos más notables de la Rusia revolucionaria a partir del cual se reflejaban los problemas cruciales del proceso de formación del nuevo Estado, de cuyas soluciones exitosas dependía su futura pervivencia.

Los temas principales venían dictados por la situación histórica: la guerra civil, esto es, la oposición entre los ejércitos Rojo y Blanco, la lucha contra la burguesía internacional, la propaganda antirreligiosa; la liquidación del caos, del hambre, del analfabetismo, etc.

El cartelismo de este periodo muestra así una gran variedad en cuanto a estilos y tradiciones artísticos en el que se dan cita la estética de las imágenes populares, la cultura gráfica del modernismo y los hallazgos plásticos de las vanguardias. Estos carteles, coloridos, deslumbrantes y dinámicos, creaban la sensación de escenificar un espectáculo, desafiante y alegre.

Por medio de imágenes precisas y colorido localista, los artistas alcanzaban la máxima sencillez y expresividad. La creación de estos carteles era para ellos, ante todo, un espacio de experimentación creativa y el lenguaje visual de los carteles de este periodo consiste en símbolos impactantes, sencillos y claros, comprensibles para las masas populares. Los carteles más destacados de las vanguardias soviéticas se crearon en la sección de Petrogrado de la agencia telegráfica rusa (ROSTA), en funcionamiento entre 1920 y 1922. Sus principales exponentes fueron Vladímir Kozlinski y Vladímir Lébedev.