Los Estados Miembros de las Naciones Unidas votaron el pasado domingo por un presupuesto de 5.396 millones de dólares para la Organización para el periodo 2018-2019, lo que supone una reducción de 286 millones de dólares en comparación con el ciclo anterior. Esta reducción de 5% es ligeramente superior a la que sugirió el Secretario General, Antonio Guterres, que proponía cerca de 200 millones de dólares menos.

El jefe de la ONU recordó a los Estados que en los últimos 17 años el presupuesto no ha aumentado en términos reales, “aun cuando la Organización enfrenta muchas tareas nuevas” y subrayó que sus propuestas de asignaciones presupuestarias se basan en los temas prioritarios para el bienio que fueron previamente aprobados por la Asamblea General.

“No es lo que propusimos al inicio, pero la expectativa de los Estados Miembros es que se puede hacer más para ser más eficientes, para implementar nuestro mandato en su totalidad, pero con menos gastos”, dijo Johannes Huisman, el director de planificación y presupuesto de la ONU, en una entrevista con Noticias ONU.

El recorte presupuestario afectará mayoritariamente a las áreas de apoyo, tales como la administración, los viajes y las consultorías. “Habrá pocos recortes de personal”, agregó.

El proceso de aprobación de los fondos, que empezó en mayo y culminó el domingo con la aprobación de una resolución, requirió cerca de 16.000 páginas de información relativas al presupuesto. Asimismo, se decidió que a partir del 2020 el presupuesto será anual y que se entregarán los resultados antes de aprobar un nuevo presupuesto.

El presupuesto ordinario de las Naciones Unidas, aprobado por la Asamblea General cada dos años, se financia mediante las contribuciones de cada Estado Miembro, que se determinan de acuerdo a una fórmula que tiene en cuenta el volumen y la fortaleza de su economía nacional.