El proyecto de ley de la reforma laboral quedó aprobado ayer de manera definitiva por el Congreso de los Diputados. En su tramitación parlamentaria experimentó pocas modificaciones. El nuevo texto promueve la contratación de discapacitados e insta al Gobierno a cumplir una serie de planes en un plazo determinado.

Entre las últimas modificaciones incorporadas, figura que las bonificaciones empresariales por contratar de manera fija a discapacitados serán, en términos generales, de 4.500 euros, y subirán a 5.100 euros para las personas con una minusvalía severa e intelectual. El importe se elevará a 6.200 euros en el caso de que los afectados sean mujeres o mayores de 45 años.

Además, el Ejecutivo tendrá que programar, en el plazo de tres meses, la modernización del Servicio Público de Empleo (SPE , antiguo Inem), y elaborar, en seis, un plan de empleo para los discapacitados.

También en el plazo de medio año, el Gobierno deberá presentar una norma con rango de ley para regular las empresas de inserción laboral y facilitar el empleo de trabajadores en situación de exclusión social.

La reforma, fue suscrita en mayo por el Ejecutivo, las patronales CEOE y Cepyme, y los sindicatos CC.?OO. y UGT. Su objetivo primordial era y es reducir la elevada tasa de temporalidad que afecta a 34 ocupados de cada 100. Algunas medidas entraron en vigor el pasado 1 de julio y otras, la inmensa mayoría, quedaron reflejadas en un proyecto que ayer recibió el visto bueno definitivo del Congreso.